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Toma desempleo tintes de riesgo

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Hoja de Apuntes 
Ignacio Almeida 

Toma desempleo tintes de riesgo

El empleo, que da a quien lo tiene la capacidad de desarrollar una vida digna propia o para su familia, atraviesa su peor crisis en Tabasco.

El estado ocupa el primer lugar a nivel nacional en índice de desempleo con el 7.6 por ciento de acuerdo al más reciente reporte del Inegi.

Lejos está el segundo lugar, que es el Estado de México, con 5.7 por ciento de tasa de desocupación.

Ante esta calamidad en desempleo, hasta el momento la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo (SDET), que dirige David Gustavo Rodríguez Rosario, no ha emitido una postura, luego que a finales de 2015 confiaba que el desempleo fuese menor al revelado.

Al ser el sector energético pilar de la economía local y allí se concentra la mayor parte del problema del desempleo, la búsqueda y cristalización de nuevas inversiones en distintos sectores ha brillado por su ausencia, pues las existentes son la continuidad de desarrollos que vienen de lustros atrás.

La construcción de hoteles y otros desarrollos inmobiliarios han sido pensados en dar cabida a visitantes de negocios relacionados con la industria energética. Incluso, se han retrasado o cancelado otros tantos por la incertidumbre que rodea a este sector por los actuales precios de los hidrocarburos.

Hace dos días surgió una información basada en un documento interno en el gobierno federal sobre el despido de más de 10 mil trabajadores de Petróleos Mexicanos, aunque horas después la propia empresa negó la existencia de tal memorándum.

Sea como fuere, la zozobra entre los empleados prevalece, pues tampoco rechazó que no haya despidos, al comentar que dentro de su proceso de transformación interna, «Pemex está llevando a cabo la optimización de su estructura organizativa a fin de aprovechar mejor sus recursos y ser más competitivo, ante las circunstancias actuales a nivel internacional del precio del petróleo».

Si a eso le sumamos que el dirigente de Coparmex en Tabasco, Héctor Dagdug, señaló hace poco que la posibilidad de recortes de personal en las subsidiarias de Pemex en la entidad está latente, sobre todo en las plazas llamadas de confianza.

«Nos preocupa esta situación, desde luego esto va a afectar a familias y a jóvenes trabajadores; sin embargo, es algo que se ha estado sintiendo en la iniciativa privada, es lamentable pero en este caso también debe ser visto en el escenario de que Pemex tiene dos años para ser productivo y en caso de no serlo, también va a desaparecer la industria petrolera», fue lo expresado por Dagdug.

Para hacer más complejo este coctel de desocupación, habrá que contabilizar a las más de ocho mil personas dadas de baja en meses pasados en sus empleos en empresas relacionadas con la industria petrolera.

Así que en tanto llegan los beneficios de los contratos asignados a empresas dentro de la ronda uno, ya se contempla, según lo declarado ayer por el gobernador, Arturo Núñez, solicitarle al presidente Enrique Peña Nieto apoyos con programas de empleo temporal en distintas actividades.

Mientras eso ocurre, sin duda habrá quienes busquen otros horizontes en distintas partes del país, cuya migración también golpeará a la economía local por la baja en el consumo de bienes y servicios, en tanto otros podrían caer, en su desesperación, en actos ilícitos.

Eso, sumado a los estudiantes que han egresado en los últimos años y no han encontrado empleo o quienes están por salir de una carrera universitaria o técnica y se enfrentarán a un entorno donde las oportunidades son escasas o nulas, forman ya una amalgama de alto riesgo social.

HOJAS SUELTAS…

Una vez concluida la novela de la candidatura común entre PRI y PVEM, que dejó la baja de Evaristo Hernández y, hasta ahora el enojo de Rosalinda López, habrá que analizar si Liliana Madrigal es capaz de crecer desde hoy hasta el 9 de marzo, al punto de llegar a ser competitiva contra el perredista Gerardo Gaudiano y a Octavio Romero Oropeza, de Morena. Sin duda hacia dónde se decida Evaristo o Rosalinda a apoyar o qué camino tomar, incidirá en las posibilidades de los apuntados.+++La Ley del ISSET, si en verdad los dirigentes sindicales -omisos en su deliberación y aprobación- quieren modificarla, tienen que presionar en el Congreso del Estado a los nuevos diputados, porque eso de irse por amparos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación será una pérdida de tiempo. A menos que quieran darle por segunda vez atole con el dedo a sus agremiados para ganar tiempo.