Shishito
El mejor asesor el pueblo: CAMB
Francisco Gómez Hernández
El Referéndum vivido en Grecia el domingo pasado, para decidir los términos en que el pueblo helénico abordará la demanda de sus acreedores europeos, representa en términos políticos un triunfo para la democracia como sistema de gobierno, una clara señal desde la cuna de la civilización occidental, de que el “gobierno del pueblo” no se agota en las urnas, sino que se legitima diariamente con la voluntad del gobernante para consultar y hacer participar a los ciudadanos.
La victoria aplastante del “No” le da margen de maniobra al primer ministro Alexis Tsipras, elegido en las urnas en enero pasado, gracias en buena medida a sus promesas electorales de no permitir que se imponga una austeridad asfixiante como medida de control de la Troika financiera. Una vez en el cargo, el líder de Syriza se ha negado a negociar bajo las condiciones del Fondo Monetario Internacional, y ha buscado en el referéndum el apoyo que necesita para tomar las decisiones que resuelvan la compleja problemática.
Hacemos la reflexión porque creemos que este ejemplo de participación ciudadana, es un termómetro muy claro de cómo se están dirimiendo los asuntos que competen a la cosa pública. En Tabasco por ejemplo, después de los resultados electorales del 7 de junio, con un aparente respaldo a los candidatos identificados con el gobierno perredista, hay un amplio sector que exige que su voz sea escuchada ante las necesidades apremiantes, por ejemplo, en el tema de la seguridad.
La creciente ola de inseguridad ha llevado a la gente a manifestarse a través de las redes sociales, mecanismos que a nuestro juicio fueron factor para incidir en la decisión del mandatario tabasqueño que la semana pasada dio un golpe de timón removiendo a los secretarios de Educación y de Seguridad Pública, éste último ampliamente rechazado por propios y extraños ante los nulos resultados y las ausencia de estrategias para enfrentar la delincuencia.
Los cambios fueron bien recibidos y hasta los actores políticos opositores le han dado el beneficio de la duda. No obstante la preocupación continúa y seguirá manifestándose por medio de distintos cauces legales, como se dio el domingo con la marcha por la paz, donde un grupo por ahora no tan significativo en número marchó hasta las puertas de la Quinta Grijalva para pedir que se tomen medidas de fondo. Los manifestantes expresaron su deseo de repetir cada domingo este tipo de manifestaciones.
Desde nuestro particular punto de vista estas marchas no deben verse con ojos de sospechosismo político partidista, porque la coyuntura está más allá de lo que ya las urnas recientemente definieron. Sirva la inconformidad de la gente para que los gobernantes tomen las medidas necesarias para cumplir con el deber constitucional de brindar seguridad a la población, que la democracia participativa no nos asuste, sino que nos motive a seguir exigiendo a los políticos los resultados de sus promesas de campaña.
Al menos así debe entenderlo el mandatario tabasqueño, en los mensajes identificados como el sentir de los ciudadanos en demanda de los temas torales como la inseguridad, que entendidos como critica de oposición, son parte del juego democrático, quien no lo entienda así, perderá el rumbo, con el riesgo de ceñirse a las sabias palabras del Ciclón del Sureste, “nada hay más peligroso que no salir a tiempo al encuentro de un problema”, pues “el mejor asesor que puede tener un gobernante es el mismo pueblo”,
Y cuando un gobernante camina sobre esa premisa, hay que reconocerlo, el lunes pasado el gobernador Arturo Núñez Jiménez, y el equipo de seguridad en pleno, presentaron la iniciativa de “acciones inmediatas para el reforzamiento de la seguridad pública”, donde se anuncia que en la batalla con la delincuencia “estamos trabajando y vamos a ganar”, de antemano anuncian triunfo,- aunque hay que ver para creer-, pero es necesario dar tiempo, que así sea por el bien de Tabasco.