Shishito
Francisco Gómez Hernández
La reforma de justicia penal en Tabasco encarrilada
La implementación de un nuevo código de procedimientos penales en la entidad, es una tarea ardua que ha requerido del esfuerzo de muchas instituciones, inclusive que traspasa el período sexenal en términos políticos. El objetivo final es lograr que la Reforma de 2008 a la Constitución Federal en materia de Justicia Penal quede incorporada al marco jurídico estatal, lo cual tiene como fecha límite el próximo año.
El proceso no ha estado estado exento de críticas a nivel nacional, algunas mal intencionadas y otras de buena fe como la de juristas destacados como Diego Valadés, que en un artículo periodístico reciente señala que hay aspectos que han sido omitidos “no se han resuelto los problemas de la colegiación de los abogados, de la calidad de las escuelas de derecho, de la actualización de los abogados en activo, ni de la asistencia jurídica para los justiciables. Son asuntos de los que también depende el éxito o el fracaso de la reforma”.
En nuestro contexto local el proceso de cambio destinado a la modernización y adecuación del sistema judicial en Tabasco, consideramos que va caminando como una locomotora a buena velocidad, y que hoy por hoy es una realidad, como dio fe el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Jorge Javier Priego Solís, al dar inicio de la aplicación del nuevo sistema penal acusatorio y oral en la Región 6 que incluye los municipios de Jalpa de Méndez y Comalcalco Y LA sede Nacajuca.
Sin embargo, las reflexiones del Magistrado tienen gran fuerza, cuando explica que un cambio de paradigma implica modificación en nuestros comportamientos sociales, los sistemas no cambian a golpe de papel ni a golpe de sentencias, cambian cuando los miembros de la comunidad están dispuestos y comprometidos con ese cambio, cuando ellos mismos comienzan a modificar sus modelos conceptuales y, sobre todo, cuando empieza la Judicatura a cambiar sus criterios de razonamiento.
Es preciso, dijo Priego Solís en Nacajuca, encontrar soluciones paralelas entre los cambios y reformas que hacemos en la ley, “con una revisión profunda sobre la manera en que actúan nuestras instituciones jurídicas y a todo el derecho en su conjunto. Nuestro cambio debe de ir mucho más allá de lo institucional para convertirse en un cambio de actitud personal”. Los abogados y estudiosos del Derecho tomamos nota de esto.
Y es que fíjese usted estimado lector, que para 2016, año marcado para concluir la transición al nuevo modelo de justicia penal, solo restarán los municipios de Tenosique, Jonuta, Balancán y Zapata, que entraran al sistema el próximo mes de octubre, faltando Cárdenas y Centro, que se prevé que ambos queden listos antes del 18 de junio, con lo que Tabasco debe cumplir este mandato en tiempo y forma.
¿Qué se necesita a nuestro humilde juicio para que esta reforma sea exitosa? En primer término no es una cuestión monetaria o de inversión, aunque eso es implícito, pero va más allá. El éxito de la reforma requiere trabajar en tres ejes centrales: la creación normativa, el desarrollo y adecuación de la infraestructura necesaria y la difusión social de la reforma; pero también los estudiosos del Derecho deben especializarse para conocer a fondo las nuevas disposiciones, y la academia modernizar los planes de estudio como ya lo está haciendo la UJAT, como quedó evidenciado con el Distintivo Vanguardia que le fue otorgado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la ANUIES.
Obviamente que todas las instituciones de educación superior deben seguir los pasos de nuestra Alma Máter, y acondicionar espacios idóneos para convertirlos en salas de Juicio Oral que estén a la altura, y los futuros abogados comiencen desde ahora a litigar en este nuevo esquema. Si se sigue avanzando en lo educativo, pienso que estaremos del otro lado, y la reforma de justicia penal se convertirá en la realida