Robert Mugabe dimitió el martes como presidente de Zimbabue, poco después de que el Parlamento comenzara un proceso de destitución para poner fin a sus casi 40 años en el poder. Mugabe, de 93 años, se aferró al cargo pese a que el Ejército tomó el poder la semana pasada y a su expulsión del gobernante partido ZANU-PF, que también le dijo que abandonara el poder.
Las celebraciones estallaron en una sesión parlamentaria en la que el líder legislativo Jacob Mudenda anunció la renuncia de Mugabe y suspendió el procedimiento de su destitución. El origen de la repentina caída de Mugabe reside en la rivalidad entre miembros de la elite gobernante del país sobre quién lo sucedería, más que en las protestas populares en su contra.
El Ejército tomó el poder debido a que Mugabe despidió a Mnangagwa como vicepresidente para allanar el camino al poder a su esposa Grace, de 52 años y muy impopular entre muchos zimbabuenses. Reuters informó en septiembre que Mnangagwa estaba planificando suceder al líder al mando de una coalición respaldada por el Ejército.
Mnangagwa seguramente será el sucesor de Mugabe. (Reuters).