Ante el aumento de casos confirmados de COVID-19 en Acapulco, las autoridades decidieron cavar 300 fosas en diversos panteones para enterrar a quienes mueran a causa de la enfermedad.
El director municipal de Panteones, Gerardo Sánchez, informó que los espacios serán para depositar cadáveres de personas de bajos recursos.
El viernes, la alcaldesa de Acapulco, Adela Román, dijo estar “sumamente preocupada” por la propagación del virus en su municipio y advirtió que la región vive una situación “dramática” por la pandemia.
También reveló que al menos 10 decesos diarios de cada 25 que ocurren en el municipio son por COVID-19 y anticipó que si no logran contener los contagios, los hospitales de Acapulco colapsarán.
En un videomensaje reportó que de los dos crematorios que hay en el puerto uno está casi a su límite y por eso se ordenó la realización de las fosas en los panteones.
Hasta este domingo, Acapulco suma 619 casos positivos de coronavirus y 53 defunciones, por ello las autoridades estatales consideran al puerto como el epicentro de la pandemia en la entidad. (La Razón).
