Las esperanzas de la selección de fútbol de Perú de hacer un buen papel en la Copa del Mundo del próximo año sufrieron un duro golpe el viernes, cuando su capitán y goleador histórico, Paolo Guerrero, fue suspendido por un año al dar positivo en un control de dopaje por un derivado de la cocaína.
El delantero de 33 años, que juega en el Flamengo de Brasil, había sido suspendido provisionalmente después de fallar la prueba de dopaje tras un partido por la eliminatoria para la Copa del Mundo jugado en Buenos Aires en octubre. El duelo entre Argentina y Perú terminó en un empate sin goles.
El jugador dio positivo por benzoilecgonina, un metabolito de la cocaína incluido en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) en 2017 tras un control realizado después de ese partido, dijo la FIFA en un comunicado.
“Al dar positivo por una sustancia prohibida, el jugador violó el artículo 6 del Reglamento Antidopaje de la FIFA y, por esto, contravino el artículo 63 del Código Disciplinario de la FIFA”, añadió.
Perú clasificó a la Copa del Mundo por primera vez desde 1982 al vencer a Nueva Zelanda en un repechaje intercontinental disputado a partidos de ida y vuelta. Guerrero se perdió esos dos encuentros.
Su sanción comenzó a regir el 3 de noviembre y se aplicará a partidos internacionales, nacionales y amistosos oficiales.
Guerrero, que jugó en el Bayern Munich, hizo su debut internacional en 2004 y suma 83 partidos con la camiseta de su selección, con la que ha anotado 32 goles.
El delantero ayudó a Perú a terminar tercero en las ediciones de la Copa América del 2011 y 2015, y fue el máximo goleador en ambos torneos. También ayudó al Corinthians de Brasil a ganar el Mundial de Clubes en 2012, anotando el gol de la victoria en la final contra el Chelsea.
Se unió al Flamengo en 2015 y desde entonces ha anotado 42 goles para el club de Río de Janeiro. (Reuters).
