El presidente de México, Enrique Peña Nieto, felicitó el viernes a Donald Trump tras asumir como mandatario de Estados Unidos y dijo que buscaría el diálogo con el nuevo Gobierno, pero que tomará como prioridad la soberanía, el interés nacional y la protección de los mexicanos.
Peña Nieto afrontó duras críticas cuando recibió el año pasado en la casa presidencial a Trump, por entonces candidato republicano y quien mantuvo durante su campaña un severo discurso contra los mexicanos.
«Estableceremos un diálogo respetuoso con el Gobierno del presidente Donald Trump, en beneficio de México», dijo Peña Nieto en su cuenta de Twitter.
«La soberanía, el interés nacional y la protección de los mexicanos guiarán la relación con el nuevo Gobierno de Estados Unidos», expresó en otro tuit.
La próxima semana, el canciller y el secretario de Economía de México se reunirán en Washington con miembros del Gabinete de Trump para tocar temas de comercio, migración y seguridad.
La Casa Blanca reafirmó el viernes que Trump está comprometido con la construcción de un muro en la frontera de Estados Unidos con México para evitar el paso de inmigrantes ilegales, de la violencia de bandas criminales y de drogas.
También reiteró su intención de revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente desde 1994 con México y Canadá, a fin de obtener más beneficios para Estados Unidos o, de lo contrario, lo abandonará.
En varias partes de México se organizaron manifestaciones aisladas contra Trump mientras el magnate juraba como presidente de Estados Unidos.
«¡¡¡Ya basta!!! Gringo racista, Trump (…) hijo de Satanás, eres un peligro para el mundo», decía un cartel sostenido por un activista político en una de las principales avenidas de la capital mexicana.
MEXICANOS PROTESTAN Y RUEGAN
Más del 75 por ciento de los mexicanos tienen una mala o muy mala opinión de Trump, de acuerdo a una encuesta entre 660 personas realizada este mes por la firma Gabinete de Comunicación Estratégica y divulgada esta semana.
«Trump si eres cristiano, no crucifiques a los mexicanos», escribió Sergio Tamay en un cartel rosa durante una protesta en la norteña ciudad de Mexicali, en la frontera con California.
Sorpresivamente, el viernes, el peso mexicano, que se ha depreciado frente al dólar desde la victoria de Trump en las presidenciales de noviembre, era la moneda con el mejor desempeño entre las 10 más negociadas, luego de que el mandatario no hizo mención de México en su discurso inaugural.
El peso ganaba más de un 1.6 por ciento a 21.582 por dólar.
Peña Nieto hará el lunes un pronunciamiento sobre política exterior, mientras que el canciller, Luis Videgaray, dijo que espera que los dos mandatarios sostengan alguna comunicación directa en los próximos días, probablemente a través de una llamada telefónica.
Por su parte, en pueblos de los llamados remeseros, cuyos habitantes pobres viven en gran medida del envío de dinero de sus familiares en Estados Unidos, muchos rogaban para que la política migratoria no se endurezca tanto como Trump amenazó en campaña.
«Gracias a los inmigrantes tienen quien les lave, quien trabaje, sin ellos no son nada (…) Esperemos en dios que él no venga tan duro», dijo María Guadalupe García, de 63 años, sentada frente a la iglesia de El Arenal, un pequeño municipio del central estado de Hidalgo.
El empresario Héctor Núñez, cuya empresa fabrica equipos de diagnóstico para autos, espera que el nuevo mandatario evalúe el impacto que pueden tener sus medidas internamente. «Ya no estamos pensando que no va a pasar nada. Sin embargo, debe (Trump) evaluar el impacto va a tener para la economía de Estados Unidos», señaló. (Reuters).