La economía de Brasil se está saliendo de control a medida que una crisis política presiona a la presidenta del país hacia el juicio político.
Entre diciembre y febrero, la tasa de desempleo de Brasil se disparó a 10.2%, según datos del gobierno publicados el miércoles. Es es el mismo nivel alcanzado por la tasa de desempleo en Estados Unidos en torno a la Gran Recesión en 2009.
Hace un año, la tasa de desempleo de Brasil era de 7.4%, los salarios han caído casi 4% y la inflación sigue siendo alta.
La malas noticias laborales se producen apenas días después de que la Cámara Baja del Congreso de Brasil votó para acusar a la presidenta Dilma Rousseff por supuestamente ocultar un deficit presupuestario para ganar la reelección en 2014.
La presidenta Rousseff podría ser destituida tan pronto como en mayo, cuando el Senado vote sobre su juicio político.
Actualmente, 10 millones de brasileños están desempleados. Son 3 millones más que hace un año, según cifras oficiales. La economía del país sigue sumergiéndose más en la recesión.
La recesión económica —junto con el enorme escándalo de corrupción— está despertando protestas masivas en ciudades de todo Brasil, cuando faltan casi 100 días para que inicien los Juegos Olímpicos de verano en Río.
La economía de Brasil se contrajo 3.8% el año pasado y su banco central pronostica que disminuirá otro 3.5% este año. Brasil —el país más grande de Latinoamérica— ha sido afectado por un enorme escándalo de corrupción en la empresa estatal de petróleo, Petrobras.
Los políticos, los contratistas y los ejecutivos de la compañía realizaron una estafa de sobornos por valor de miles de millones de dólares durante varios años. Desde 2014, los fiscales brasileños han estado arrestando a decenas de personas vinculadas con los sobornos. En marzo, acusaron al antecesor de Rousseff, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, de lavado de dinero.
Incluso algunos de los críticos de Rousseff en el Congreso que tratan de destituirla enfrentan cargos de corrupción por parte de los fiscales. En medio de toda esa presunta corrupción, el desempleo está aumentando, el gasto del consumidor se ha desplomado y la deuda de Brasil ha sido degradada a territorio basura (CNN)