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Nueva sangre

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Franja Sur

Nueva sangre

René Alberto López

El municipio de Centro votó y demostró que no quiere nada con los políticos contaminados de los vicios del pasado, cargados de odio y enfrentados con la realidad.

 

La rancia política en Tabasco murió la noche del domingo. Soplan vientos renovadores, porque así lo quiso la gente. A los lugareños les quedó claro que Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo Pintado representan los tiempos idos.    

 

Como se sabe, en esta elección no contaron Octavio Romero Oropeza ni Liliana Magaña Madrigal, sino sus hacedores, sus creadores, que basaban en estos comicios su mirada hacia el 2018.

 

El principal error de Madrazo Pintado y de López Obrador es considerarse políticos sobrados, no pisan la tierra, no dialogan con nadie, no le cruzan una llamada a ningún mortal. La soberbia les brota por todos los poros.

 

En cambio, Gerardo Gaudiano Rovirosa demostró humildad, diálogo, acercamiento con todos los sectores, incluso con sus críticos.  El joven político “aguanta vara”, como dijera cierto día Joaquín López Dóriga.

 

Bien, anoche que revisábamos las primeras sábanas de casillas electorales, se observó una clara tendencia a favor del candidato perredista-petista.  

 

Esto, sumado a que desde las primeras horas de la tarde de ayer domingo, con unas encuestas de salida confiable, una persona experta en tema comicial informó al franjero que el triunfo del ex diputado federal era irreversible, y así lo hicimos saber a los grupos de Whatsapp hacia las dos de la tarde.      

 

La elección extraordinaria realizada ayer en el municipio de Centro ha sido, pues, el principio del fin de esa vieja guardia de los políticos tabasqueños, que hoy son parte del parque jurásico.  

 

En fin, la jornada comicial que tuvo la activa  participación de los dos más importantes exponentes de la política choca, con sus errores y virtudes, el mensaje que dejó ha sido muy claro.  

 

El pueblo tabasqueño quiere nueva sangre de políticos y una manera distinta de gobernar.

 

El mensaje ha sido contundente, ya no quieren más de los mismo, esto es, mostró su despreció a los hombres públicos caducos, a los representante de lo viejo, a los llamados “cartuchos quemados”.

 

Hay grandes perdedores de estos comicios. Además de López Obrador y Madrazo Pintado, hay que acreditarle la derrota del PRI a la diputada federal Georgina Trujillo, quien fue una de las que encaramó a la Madrigal en esta aventura.

 

La Trujillo ya debió entender que nada tiene que buscar en el 2018 en Tabasco, pues es una eterna perdedora. Su revés más sonado fue haber caído en la elección presidencial de 2012, cuando el hoy presidente Enrique Peña Nieto la nombró coordinadora en los estados de Tlaxcala, Morelos, Guerrero, Distrito Federal, Puebla, y, fracasó.

 

Ayer la Trujillo perdió en su casilla y cayó su candidata Liliana Madrigal en ese mismo centro de votación, bajo la metralla de Gaudiano.

 

Una vez más quedó demostrado que los tabasqueños no quieten nada con el Madracismo ni con el Trujillismo. Ojalá y lo entiendan de una vez por todas.