Testigo fiel
¿Ley a ‘modo’ en el TSJ de Tabasco?
Por: Jesús Torres
Desencajado y molesto, el pasado lunes el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Jorge Priego Solís trató infructuosamente de desmentir una verdad que a todas luces lo ha puesto contra la pared en su actuar como máxima autoridad de la administración de justicia en el estado y de la que se ha dado cuenta puntualmente en esta columna.
Me refiero al caso de la magistrada, Leticia Palomeque Cruz la cual tuvo que acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y más recientemente a la Organización de los Estados Americanos (OEA) a denunciar las arbitrariedades y abusos que se cometieron en su contra como servidora del Poder Judicial de Tabasco al ser separada de su cargo en mayo del 2014.
Priego Solís había hecho ‘mutis’ sobre este y otros asuntos hasta inicios de esta semana en que acudió al desfile cívico con motivo del aniversario de la Revolución Mexicana y no le quedó de otra más que enfrentar a los reporteros a quienes lejos de dar una explicación de sus desaciertos ante la andanada de denuncias que pesan en su contra por tantos despedidos injustificados desde su llegada al Poder Judicial, que sólo se limitó a decir que no existe acoso laboral en contra del personal y que en el caso de la magistrada numeraria, Leticia Palomeque, nunca se le despidió del cargo.
Pero, pareciera que esa es la percepción que a su modo ve el magistrado presidente del TSJ, pues de acuerdo con el resolutivo de la SCJN, en base al amparo que interpuso la doctora en derecho, bajo el expediente 1266/2014, resuelve y cito textual: “Dejar sin efectos jurídicos la sesión impugnada, únicamente en lo referente a la remoción del cargo de Magistrada Supernumeraria, así como sus consecuencias jurídicas de hecho y de derecho, como lo son el otorgar el pago de las percepciones inherentes que dejaron de cubrírsele desde que fue separada; restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación”.
Más claro ni el agua. ¿Qué parte es la que no entiende Priego Solís?, hasta el más iletrado de los seres humanos se daría cuenta que la SCJN deja sin efectos todas las acciones cometidas contra la magistrada y por tanto el Poder Judicial tiene que pagar sus salarios suspendidos desde que fue “separada” ante de ser “violados” sus derechos.
Llama pues la atención que si el resolutivo de la SCJN se dio el pasado 12 de diciembre de 2015, y tras un largo litigio que se prolongó hasta octubre de este año finalmente se le concedió la razón a la magistrada numeraria, ¿por qué el TSJ no ha cumplido con la sentencia de la máxima instancia en materia judicial en el país? ¿Quién miente entonces?