El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cree que las políticas que su administración ha implementado servirán para que en los próximos años haya cambio en Cuba. Obama visitará la isla el 21 de marzo con lo que se convertirá en el primer presidente estadounidense en pisarla desde 1928.
Obama se refirió además a su visita a Argentina, la extensión del decreto de emergencia nacional en Venezuela, la retórica antiinmigratoria de Donald Trump y el partido Republicano y a la nominación a juez para la Corte Suprema que propondrá antes de dejar la Casa Blanca.
Para Obama, «en el continente latinoamericano, en todo el hemisferio, hay (ahora) un mayor respeto para con Estados Unidos y una percepción de que de hecho estamos interesados en ser socios fuertes, en pie de igualdad con los países de la región».
El mandatario explicó que «la única pieza que quedaba y que era un vestigio de la Guerra Fría era Cuba» y que existía una política que no había funcionado durante 50 años» y que «exigía ser reevaluada».
«No nos hacemos ilusiones de que el régimen de los Castro, o Cuba, cambien de la noche a la mañana, pero las políticas que implementamos para aumentar los viajes, los intercambios comerciales, las remesas de familiares de cubanoestadounidenses aquí, el trabajo que estamos haciendo expandiendo las comunicaciones y el acceso a internet y las oportunidades para los emprendedores, todo eso promete acelerarse en los años venideros», dijo el presidente.
Según Obama, cada vez más los cubanoestadounidenses «que inicialmente se mostraron escépticos ante la política» ahora reconocen que «este tipo de interacción podría traer aparejadas grandes oportunidades y transformaciones en el interior de Cuba».
«En algún momento del gobierno del próximo presidente el embargo será derogado», aseguró el mandatario.
Obama manifestó que durante su visita tiene la intención de reunirse «con disidentes, críticos del gobierno cubano».
Argentina: «Un buen ejemplo de un cambio»
Obama dijo que Argentina «es un buen ejemplo de un cambio que ha ocurrido en cuanto relaciones con Estados Unidos con otros gobiernos».
«A la presidenta (Cristina) Fernández yo la veía a menudo en los eventos del G20 o similares. Teníamos una relación cordial, pero en lo que respecta a sus políticas, sus políticas de gobierno eran siempre antiestadounidenses. Creo que ella recurría a una retórica que data probablemente de los años 1960 y 1970, y no a la actualidad», agregó.
Obama cree el presidente Mauricio Macri «reconoce que estamos en una nueva era, y que debemos mirar adelante, y que Argentina, que históricamente era un país muy poderoso, ha visto debilitada su posición relativa en parte por no haberse adaptado a la economía mundial tan eficazmente como hubiera podido».
«EU no tiene ningún interés en ver fracasar a Venezuela»
El mandatario aseguró que a su gobierno le preocupa el estado de la economía venezolana. «Eso está directamente ligado con los desafíos de la gobernanza y cuanto antes el pueblo venezolano pueda elegir un gobierno que ellos confíen en que es legítimo, y pueda comenzar a implementar políticas económicas que los saquen del espiral en el que están, tanto mejor será para todos nosotros».
Obama aseguró que lo importante es reconocer que hoy todos los países están interconectados: «Estados Unidos no tiene ningún interés en ver fracasar a Venezuela, porque si Venezuela fracasa, eso podría tener un impacto en las economías de Colombia o de América Central o de México y a su vez eso podría afectar a la economía estadounidense. Queremos que el pueblo venezolano salga airoso».
«Será más difícil para ellos tener éxito económico si no resuelven algunos de los problemas de gobernanza que los acucian ya desde hace bastante tiempo», sentenció.
La retórica antiinmigratoria «no representa mayoría»
Obama se refirió a la actual campaña a la nominación presidencial de los partidos, en el que Donald Trump lidera con una posición severa en cuanto a los inmigrantes. «Hay un grupo de votantes al que los moviliza la retórica antiinmigratoria, pero no creo que eso represente a la mayoría».
Obama, quien no ha conseguido apoyo en el Congreso para una reforma inmigratoria, dijo que está haciendo todo lo que puede, mediante decretos, «pero en última instancia se necesitará el accionar del Congreso».
«Creo que el Partido Republicano en sí volverá a examinar su posición porque puede que a corto plazo parezca útil hacer campaña contra los inmigrantes, pero a largo plazo ese no es el pueblo estadounidense, y me parece que a largo plazo será un proceso político perdedor».
El presidente aseguró que que hay que terminar con la ola de niños que llegan de Centroamérica y que hay que apoyar a los países de esa región. Además, dijo que no es cierto que se hayan «vuelto a instituir» las redadas.
Reemplazo de Scalia en Corte Suprema
Tras la muerte del juez Antonin Scalia, magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Obama dijo que pronto tomará una decisión, pero que «es mi intención designar a alguien que tenga credenciales impecables».
«Cumpliré con mis deberes constitucionales. Espero que ellos (los senadores) también lo hagan». (CNNExpansión)