Franja Sur
El discípulo
René Alberto López
Al calor de las campañas electorales, con ataques de uno y otro bando, viene a la memoria de este franjero una foto publicada en el diario La Verdad del Sureste, en los tiempos que Andrés Manuel López Obrador gobernaba el Distrito Federal, hoy ciudad de México.
En la imagen aquella estaban tres tabasqueños revisando los trabajos sobre la edificación de los segundos pisos en la capital del país.
Los tres lucían casco de protección y sonreían para la cámara. Ellos eran López Obrador, Gerardo Gaudiano Rovirosa, asistente del jefe de gobierno y Armando Guzmán Zurita, corresponsal de Proceso en Tabasco, quien, requerido por su medio, había ido al centro del país.
En un espacio de sus actividades personales Guzmán pasó a visitar a su paisano López Obrador y éste lo invitó a realizar el recorrido por la magna obra. El joven Gaudiano iba en su papel de colaborador del político tabasqueño.
Lo que quise ilustrar con este pasaje es que el actual candidato del PRD-PT al municipio de Centro, comenzó su carrera política justo a lado de López Obrador, fue, pues, su discípulo.
Por aquellos días escribí una columna en La Verdad del Sureste, en cuyo espacio advertí que con los años el nieto del ex gobernador Leandro Rovirosa Wade crecería políticamente en Tabasco al cobijarse a buen árbol.
Hoy, como se sabe, diversas circunstancias quebraron esa relación y colocaron a López Obrador y a Gerardo Gaudiano en bandos rivales. El distanciamiento crece, se agudiza al mismo tiempo que aumenta la temperatura en las campañas políticas.
Lo cierto es que Gaudiano se ha convertido, para la oposición tabasqueña, en un adversario de cuidado, el de mayor peso en los tiempos políticos que sacuden a Tabasco.
Baste revisar que hoy tiene encima de él los ataques de los dos únicos ex candidatos a la presidencia de México que ha dado Tabasco: López Obrador y Roberto Madrazo Pintado.
En tales condiciones, mida usted la magnitud del salto político que puede dar Gerardo Gaudiano el próximo domingo, si gana la elección de Centro.
Porque un triunfo del perredista se leería en Tabasco y sus alrededores como el hecho de haber derrotado a López Obrador y a Madrazo Pintado, juntos, pues son quienes cargan con las campañas de Octavio Romero Oropeza y Liliana Madrigal Méndez.
Bien, a este caso que se da en medio de un encarnizado pleito entre la clase política tabasqueña, busquémosle otro ángulo, muy por encima de los dimes y diretes y de las acusaciones mutuas de que si unos son malos y los otros son peores.
La elección del domingo podría derivar en la permanencia del sector que representa la franja de la rancia política, o el comienzo de una nueva generación con Gaudiano a la cabeza.
Además, estamos en la antesala de que se cumplan las siguientes enseñanzas que dejaron pensadores del mundo antiguo:
Según Aristóteles “El verdadero discípulo es el que supera al maestro”. Pero también existe un proverbio chino que señala: “Si el alumno no supera al maestro, ni es bueno el alumno, ni es bueno el maestro”. O este proverbio Zen: “Cuando el alumno esté preparado aparecerá el maestro”.