La moción de censura contra la directiva del Barcelona dirigida por Josep Maria Bartomeu se convertirá en voto de censura, una vez se validen las 20 mil 731 firmas de socios presentadas en las oficinas del club este jueves y se confirme que superaron las 16 mil 521 necesarias para llevar adelante su iniciativa.
«Si Bartomeu pensara en el bien del club dimitiría hoy mismo», refrendó Mac Duch, portavoz de los grupos impulsores de la moción y que consideró «trascendental» llevar a cabo la votación, aunque su victoria solo represente avanzar las elecciones dos o tres meses «porque sabemos que el único objetivo de esta directiva es ponerse a salvo personalmente, salvar su patrimonio y no preocuparse del club. Se pueden tomar decisiones muy perjudiciales en estos meses y hay que impedirlo».
Bartomeu, más que nunca, está contra las cuerdas y abocado a un referéndum contra su gestión que los impulsores entendieron «indiscutible», felicitándose por el éxito de una iniciativa que en palabras de Marc Duch, uno de sus portavoces, «ha demostrado que el socio del Barça está muy preocupado por la deriva del club y apuesta por un cambio inmediato».
«Estamos convencidos de ganar, sin duda» advirtió Jordi Farré, precandidato a las elecciones y quien interpuso en primera persona la moción, entendiendo que un apoyo como el conseguido «nunca se había visto en la historia del Barça».