Al menos un indígena murió durante las protestas en contra de las medidas de austeridad del presidente de Ecuador, Lenín Moreno, lo que alimentaba el jueves un clima de tensión y complicaba el intento de diálogo del Gobierno con los manifestantes.
Las protestas estallaron la semana pasada cuando Moreno puso fin a los subsidios al diésel y la gasolina extra, que han estado vigentes por décadas, en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 4.200 millones de dólares, con el que buscan reducir un abultado déficit fiscal.
Miles de indígenas, que han llegado a Quito desde zonas andinas del país, condenaban la muerte de su compañero desde un centro cultural y llamaban “asesino” al gobierno de Moreno.
“Lágrimas de ira tenemos, pero si hemos aprendido de nuestras mamas y taytas que a los muertos de la lucha se los honra multiplicándonos (…) Por eso compañeros y compañeras a radicalizar las acciones”, dijo un comunicado la CONAIE.
El féretro recorrió algunas cuadras en el centro de la capital, en medio de cientos de indígenas que coreaban “¡asesinos, asesinos!” hasta llegar al lugar donde se encuentran concentrados para una ceremonia religiosa.
Algunos de los ocho policías que fueron retenidos la mañana del jueves por los indígenas cargaron el féretro a su entrada, según testigos Reuters.
Más temprano, los indígenas exigieron a los canales de televisión locales, que se encontraban realizando la cobertura, a transmitir en vivo la masiva concentración. Además, dijeron que garantizarían los derechos humanos de los policías.
La Defensoría del Pueblo dijo en un comunicado que, además del indígena, otras cuatro personas murieron durante las protestas. (Reuters).