Inicio TRANSPARENCIA POLÍTICA Tabasco: un PRI desarticulado

Tabasco: un PRI desarticulado

829
0

Franja Sur

Tabasco: un PRI desarticulado

René Alberto López 
ralopez22@hotmail.com

Si los mismos priistas no saben qué hacer con el partido en Tabasco, es para imaginarse cómo estarán de confundido hacia afuera del partido.

Luego del dictamen del Tribunal Electoral de Tabasco sobre la anulación del proceso electoral en el municipio de Centro, a ese partido no se le ve acción más allá de las declaraciones ramplonas de su presidente.

Cuando deberían estar cambiando lo que no sirvió en ese instituto político en el pasado proceso electoral, tal parece no importarles si hay o no comicios extraordinarios.

Por ejemplo, Erubiel Alonso Que, aún dirigente estatal de ese partido, se desplaza como si nada hubiese pasado en el tricolor, muy quitado de la pena y está dedicado a las declaracioncitas en los medios, cuando en realidad al interior del partido lo que pide el grueso de la militancia es su salida.

El político balancanense no debería esperar venga el nuevo dirigente del CEN del PRI a pedirle la dimisión, pues por dignidad debió presentarla apenas se conocieron los resultados del 7 de junio, que exhibieron el rotundo fracaso del PRI, en una elección que pintaba favorable para el priismo.

¿No se dará cuenta el todavía presidente del otrora partidazo, que ya no sirve como factor de unidad en ese partido, que no es “puente” para nada, ni siquiera con sus eternos aliados, el Verde?

A estas alturas del juego el tricolor tabasqueño está más fracturado que la tierra en temporada de sequía, no hay liderazgo, no hay rumbo, todo mundo jala para donde le convenga. Están echados de barriga.

Incluso, no están apretando en los tribunales, al grado que se sabe, de que si en Xalapa, Veracruz, el tribunal le da la razón a Gerardo Gaudiano, al menos el PRI, ya no iría a la otra instancia. Dejarían solo al Verde y a Morena. Por algo será.

En ese mar de confusiones, viene a asomar la cabeza el ex alcalde Jesús Alí de la Torre, quien muy a destiempo pretende la dirigencia estatal, y está tratando de buscar la unidad de cuadros importantes, cuando en el proceso se mantuvo alejado del partido, en momentos que más lo necesitaban.

No la tendrá fácil el fracasado ex candidato a la gubernatura, pues además de enfrentar el fuego amigo dentro de las mismas filas del tricolor, donde una amplia franja lo aborrece, ayer mismo el alcalde de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, le metió una estocada a la yugular.

Ocho ex funcionarios del equipo de Jesús Alí fueron inhabilitados para la función pública por más de seis años, entre ellos sus más cercanos: Cuauhtémoc Muñoz Calderas, quien los sustituyó en el cargo, así como su “hermano del alma” Guillermo Alfonso Baeza Barrera, a quien su equipo lo premió colocándolo en la dirección de Obras Pública. Estos angelitos no salieron nada limpios.

Jesús Ali está, según él, en la tarea de tender puente con sus adversarios políticos dentro del mismo partido, pero son diálogos de sordos, o bien, de mentiritas, pues sólo lo escuchan y no pasa nada, el desamor continúa vivo. Hay testimonios.

Menuda tarea tendrá, pues, en Tabasco Manlio Fabio Beltrones, un profesional del cabildeo, de la unidad, pero en tierras chocas la pasión muchas veces influye para no respetar acuerdos.

Por lo pronto, el candidato impugnado, el perredista Gerardo Gaudiano, hábilmente les ganó el parpadeo en los medios y, al menos, ya logró sembrar la percepción de que no habrá elección extraordinaria y que asumirá puntualmente la alcaldía el próximo primero de enero.

Desde luego, habrá que esperar el resultado de los tribunales, pero lo que sí es una realidad irrefutable, es que, hoy por hoy, el PRI de Tabasco está totalmente desarticulado. Con declaraciones de banquetas, no se dirige un partido.

La botica

1.- El editorial del diario el País de España, al referirse a la renuncia del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, tras una masiva revuelta cívica, apunta:

“Otros países latinoamericanos deberían prestar atención a lo que está sucediendo en Guatemala. La corrupción endémica no es un problema menor ni un mal inevitable e incorregible, y siempre termina fusionándose con la delincuencia más peligrosa y destructiva”.