Testigo fiel
Por: Jesús Torres
La guerra en las redes
Si antes y durante la precampaña los políticos y seguidores de los candidatos, llámese chairos, pejebots, pejezombies, peñabots o como usted quiera decirles utilizaron y utilizan las redes sociales para darse con todo, imagínese lo que aún está por venir cuando arranquen formalmente las campañas a finales del próximo mes de marzo. Será como aquí lo sugerí, la madre de todas las guerras.
La política lejos de ser un instrumento que sirva para debatir ideas y propuestas ha polarizado este país al grado de la confrontación. La violencia a nadie conviene, todos salimos perdiendo.
Revivir el pasado es lo menos conveniente para México, los ánimos al calor de las campañas pueden desbordarse y en ello juega un papel de suma importancia el discurso de los candidatos y partidos políticos; alentar la irritación social tiende a desbordar las pasiones con graves consecuencia. Es un escenario nada conveniente para lo que debería ser una fiesta democrática a celebrarse el próximo 1 de julio.
Para bien o para mal, como este columnista lo ha venido señalando, las redes sociales se han convertido en un escaparate para esta pléyade de emociones incontrolables que a golpe de teclas y ansias locas desearían exterminar al adversario político.
Quien critique al candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador y a los que se han ido a ese partido cuestionados por su pasado de corrupción se convierten en blanco de ataques inmediatamente sólo por pensar de manera diferente. En otras palabras, si no estas con Obrador, estás contra él, si eres tabasqueño y no lo apoyas entonces eres un traidor.
Lo peor del caso es que quienes se dicen seguidores y defensores de AMLO recurren a la denostación y el lenguaje soez sin la mínima cultura y educación como si nunca hubieran pasado por una escuela. El nivel es más que bajo.
La defensa tiene que darse con argumentos sólidos, es mejor convencer a los electores porqué el de Macuspana es lo que más conviene al país en vez de insultar y atacar literalmente como perros rabiosos.
Los electores hoy más que nunca están más informados y tienen claro quienes confrontan y dividen y los que proponen y no restan. Al final, el día de la elección pondrán a cada cual en su lugar. Al tiempo.
