La fuga de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán despertó enojo entre las autoridades estadounidenses y levantó las sospechas de que obtuvo ayuda de empleados corruptos desde el interior de la prisión mexicana, informaron funcionarios de Estados Unidos.
El miedo a un escape era una de las razones por las que las autoridades de Estados Unidos habían presionado al gobierno mexicano, desde su captura el año pasado, para extraditarlo a enfrentar cargos por su participación en el tráfico de drogas en Sinaloa.
Guardias del Penal Federal del Altiplano I, ubicado en el Estado de México, descubrieron este sábado que El Chapo se había escapaado por un túnel, así lo informó la Comisión Nacional de Seguridad.
Guzmán Loera escapó a través de un hoyo que realizó en su celda que lo guió a un túnel ventilado de 1.5 kilómetros, confirmó este domingo el comisionado de seguridad, Monte Alejando Rubido García, en una conferencia de prensa en la Ciudad de México.
Joaquín El Chapo Guzmán, es el líder de uno de los cárteles de droga más poderosos del mundo. Él escapó en 2001 de una cárcel de alta seguridad a través de un carro de lavandería y no fue aprehendido de nuevo hasta 2014, cuando fue arrestado en un hotel de una playa en México.
Guzmán lidera el Cártel de Sinaloa, descrito por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos como «uno de los más prolíficos, violentos y poderosos de los cárteles de la droga». Asegura que Guzmán fue «considerado el narcotráficante más poderoso del mundo hasta su arresto en México en febrero de 2014.
Loretta Lynch, Fiscal General de los Estados Unidos, comparte la «preocupación» con México sobre la fuga de Guzmán.
«El gobierno de los Estados Unidos está listo para trabajar con nuestros socios mexicanos para proveer cualquier asistencia que pueda ayudar a una rápida recaptura», dijo Lynch en un comunicado difundido este domingo.
En encuentros con autoridades mexicanas de primer nivel, oficiales del Departamento de Justicia de EU preguntaron acerca de la seguridad de la prisión en donde se encontraba Guzmán, dijo un funcionario.
Funcionarios de los Estados Unidos se preguntaron cómo es que en una prisión de máxima seguridad en México nadie pudo notar el túnel que conducía a las regaderas de la celda de Guzmán.
Agencias gubernamentales de los Estados Unidos gastaron grandes sumas de dinero, recursos humanos y tecnología por 13 años para rastrear a Guzmán. Agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglás en inglés) y el Cuerpo de Alguaciles de EU formaban parte de la operación para capturarlo, hasta que en febrero del 2014, el narcotraficante fue detenido.
Esta fue la razón por la que solicitamos su extradición”, indicó otro funcionario, añadiendo que la fuga muestra «la fuerza del cártel y su habilidad para sobornar a las personas. Si este hombre puede salir de la prisión, muestra que tan profunda es la corrupción en México».
Autoridades de los Estados Unidos mencionan que México podrá esperar más violencia mientras que Guzmán trata de reconsolidar su poder y su organización intenta refortalecer su poderío contra los cárteles de droga oponentes.
Al mismo tiempo, los funcionarios estadounidenses dicen que van a seguir trabajando con elementos de confianza de las agencias del gobierno mexicano para combatir a los cárteles.
«Este es un paso atrás, pero (que) no va a disuadir de trabajar con ellos», dijo un funcionario de Estados Unidos. Fuente: CNN
