La noche de este domingo se realizó el primer debate entre las candidatas y el candidato a la presidencia de la República, donde si bien hubo propuestas, sorprendió la interacción entre las punteras, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
Los ataques de Gálvez, quien se hizo acompañar de víctimas del colapso del Colegio Rébsamen y de la Línea 12 se centraron en que la abanderada guinda es una mujer “fría”, una “dama de hielo”, la llamó.
Sheinbaum respondió que es deleznable lucrar con las víctimas, y también usó misiles en contra de Xóchitl.
Si bien esperábamos que Gálvez enfocara, como es lógico, sus baterías en atacar a la morenista, que marcha a la cabeza en las encuestas, pocos esperábamos los reflejos de Sheinbaum, quien incluso llamó corrupta y mentirosa a la candidata del PRI – PAN – PRD.
Sheinbaum acusó a Xóchitl de prometer la donación de un departamento y después venderlo, de vivir una casa del cártel inmobiliario, de tener una empresa que Gálvez no registró en sus declaraciones patrimoniales y dos veces, de ser no sólo corrupta, sino mentirosa.
Xóchitl cumplió con lo que se esperaba de ella; Sheinbaum, en cambio, mostró que también tiene reflejos, y pareciera salir del ring, de un intercambio intenso, a veces violento con su rival cercana, con la misma diferencia con la que subió.
Máynez se presentó en lenguaje de señas.