El administrador público, profesor y ex vicepresidente ecuatoriano Lenín Moreno Garcés se convirtió hoy en el 44 presidente constitucional de Ecuador, cargo que ejercerá por los próximos cuatro años.
Moreno Garcés, de 64 años, juró como nuevo mandatario ante la Asamblea Nacional (Congreso), en una ceremonia que contó con la presencia de varios jefes de Estado y de Gobierno de la región y de las autoridades de Ecuador.
El nuevo mandatario reemplaza en el cargo al economista Rafael Correa Delgado, quien asumió la Presidencia de Ecuador el 15 de enero de 2007 y que tuvo como vicepresidente a Moreno Garcés entre esa fecha y el 24 de mayo de 2013.
Tras jurar en el cargo ante el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano Delgado, Moreno Garcés fue investido con la banda presidencial por Correa Delgado, quien minutos después se retiró del salón en medio de una aclamación de los asistentes.
El jefe de Estado, quien tiene como vicepresidente a Jorge Glas Espinel, dijo en su primer discurso como gobernante que “trabajaré para que nadie se quede atrás”; luego recalcó que “el futuro no espera, el futuro es ahora”, por lo que sus palabras estuvieron centradas en la juventud y la educación.
Indicó, en alusión al gobierno de Correa Delgado, que “estamos construyendo un futuro desde hace 10 años”, y precisó que en Ecuador se levanta una infraestructura educacional cada 12 días y una de salud cada 10 días.
Agradeció la gestión de Correa Delgado, a quien llamó “líder de la revolución ciudadana”, y dijo que los opositores cuentan con su “apertura” porque todos los ecuatorianos serán parte de un proceso de “diálogo nacional”.
“Queremos un país y un gobierno responsables, que se preocupen de sus ciudadanos toda una vida, desde el momento de la concepción hasta que Dios decida cerrarnos los ojos”, apuntó el nuevo gobernante.
Planteó que los jóvenes “deben estudiar la carrera de sus sueños” y abogó por una mejor calidad de la educación y por la promoción de valores como honestidad, transparencia, respeto hacia los otros, lealtad a la patria y solidaridad, entre otros.
Anunció la entrega de un bono de hasta 150 dólares a las personas que tienen más carencias y planteó que es una obligación del gobierno dar una vivienda digna, por lo que prometió construir 325 mil viviendas, de las cuales 191 mil serán entregadas sin costo.
Realizó anuncios en beneficio de los pequeños agricultores, entre ellos una renovación de maquinaria, en el marco de una estrategia donde “volveremos la vista al campo porque siempre fue una querencia de nuestra capacidad productiva”.
Pidió darle “valor agregado” a las exportaciones y anunció un plan de austeridad al interior del gobierno, tras lo cual reiteró que “vamos a sostener la dolarización” con políticas que “permitan sumar dólares a nuestro país. No tendremos una moneda paralela”.
Enfatizó que una de sus tareas será “robustecer la integración regional”, en particular mediante mecanismos como la Comunidad Andina, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Prometió una “lucha implacable contra la corrupción” mediante un “frente público y privado”; y confirmó que Ecuador pidió a Estados Unidos y a Brasil la lista de ecuatorianos implicados en el millonario escándalo de la empresa brasileña Odebrecht.
El presidente de la Asamblea Nacional elogió por su parte la gestión del jefe de Estado saliente quien, a su juicio, “recuperó el pueblo y la dignidad de la política” ecuatoriana, tras lo cual precisó que la Asamblea Nacional defenderá la “voluntad del pueblo”.
Enumeró los distintos logros sociales de la “revolución ciudadana en democracia” del gobierno de Correa Delgado, varios de ellos en los sectores de la educación y de salud, así como la salida de la pobreza de dos millones de ecuatorianos durante su administración.
El acto incluyó una presentación musical de un coro que interpretó una canción en homenaje a Correa Delgado que, en algunas de sus partes indicaba “te vamos a extrañar”, y “aunque te vas nunca te voy a olvidar”.
Visiblemente emocionado, y con la mayoría de los asistentes a la Asamblea aplaudiendo de pie, Correa Delgado agradeció el gesto con sus manos haciendo un corazón a la concurrencia, tras lo cual el coro cantó el tema de Silvio Rodríguez: “Te molesta mi amor”.
A la ceremonia de investidura de Moreno Garcés como nuevo gobernante asistieron, entre otros, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; los madatarios de Colombia, Juan Manuel Santos; de Bolivia, Evo Morales; y de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
Los alrededores de la Asamblea Nacional fueron resguardados este martes por más de dos mil policías, mientras que al interior del recinto se apostaron mil efectivos para ejercer labores de seguridad y rendir los honores respectivos a las autoridades.
El nuevo presidente ecuatoriano ofrecerá un almuerzo en honor de los jefes de Estado y de Gobierno invitados a la ceremonia en el Palacio de Cristal del Centro Cultural Itchimbía, mientras que por la tarde, en un acto público, tomará posesión de su gabinete de ministros.
Moreno Garcés fue el candidato presidencial del movimiento oficialista Alianza PAIS y ganó los pasados comicios, en la segunda vuelta, con el 51.16 por ciento de los votos, al abanderado de los movimientos CREO y SUMA, Guillermo Lasso. (Notimex).
