Testigo fiel
Por: Jesús Torres
De bloqueador de pozos a defensor de la soberanía energética
Apabullado por la sociedad civil y la oposición en defensa del INE y de la democracia, el sábado 18 de marzo, Andrés Manuel López Obrador buscará sacarse nuevamente la espinita echando mano del acarreo de militantes y simpatizantes a quienes ha convocado al zócalo capitalino.
El pretexto, esta vez, es el 85 Aniversario de la Expropiación Petrolera, celebración que a sido utilizada por López Obrador y sus propagandistas para querer levantar su imágen ante los embates, -no sólo del interior del país, sino también del exterior-, contra su gobierno.
El grado del fanatismo ha sido tal que en redes sociales morenistas y seguidores del tabasqueño han pretendido comparar al antigüo bloqueador de pozos petroleros con el general Lázaro Cárdenas del Río.
Bajo el supuesto llamado a celebrar la soberania energética y el rescate de Pemex y CFE, López Obrador pretende hacer creer que sigue teniendo el respaldo mayoritario del pueblo de México.
Esto en respuesta a las dos mega concentraciones que ciudadanos, organizaciones no gubernametales y partidos de oposicición han realizado, -en noviembre de 2022 y febrero de 2023-, en respaldo a los organismos electorales, la defensa del voto y la democracia.
En Tabasco y gran parte del país a nadie se le olvida que el originario de Macuspana después de perder las elecciones a la gubernatura en 1994 contra el priista, Roberto Madrazo, encabezó protestas y bloqueos durante años contra Pemex y la CFE, esta última mediante la resistencia civil del no pago, que por cierto aún está vigente en el estado.
Por eso, hoy por hoy, nadie se la cree a AMLO que se haya convertido en el adalid de la soberanía energética.
Está más que claro, y nadie lo duda, que detrás del festejo de la Expropiación Petrolera lo que hay es un revanchismo del oficialismo para cacarear a los cuatro vientos que también son capaces de llenar el zócalo como si sólo se tratara demostrar que todavía tiene gente que lo apoya.
A diferencia de Morena y el inquilino de Palacio Nacional, del lado de la sociedad civil que se movilizó en defensa del INE y la democracia, fue un genuino reclamo a un gobierno que no sólo ha atentado contra los organismos autónomos, sino de quienes lo han crititicado y no comulgan con sus ideas.
Por eso, lo de este próximo sábado, no será otra cosa más que otro show montado a base de acarreos y desvío de recursos públicos para seguir alimentando el ego del que mal gobierna este país.