Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Tambalea ‘Plan B’ de AMLO
La restitución de Edmundo Jacobo Molina como secretario ejecutivo del INE fue visto como el primer revés que recibe el llamado ‘Plan B’ de AMLO por parte del Poder Judicial.
El enojo del inquilino de Palacio Nacional fue más que evidente en su mañanera y no le quedó de otra que aceptar la resolución de la jueza Décimo Segundo de Distrito en Materia Administrativa, Blanca Lobo Domíguenz quien ordenó la reincorporación al cargo del funcionario electoral.
Incluso en tono irónico, pero en el fondo encolerizado, advertía que le llenaba de orgullo perder así la primera batalla del ‘Plan B’, pues los jueces y el INE son lo mismo.
A López Obrador no le gustó nada el regreso triunfal del secretario ejecutivo del INE y mucho menos que fuera recibido en medio de aplausos durante la sesión extraordinaria del Consejo General del organismo.
“Ayer una fiesta en el INE y todos los medios aplaudiendo porque le habían devuelto el cargo a un integrante del INE”, se quejaba el originario de Macuspana.
Y como ha sido su narratativa contra todo lo que se le oponga, volvía al ataque del Poder Judicial, los medios de comunicación y al INE, a quienes acusaba de farsantes y empleados de la oligarquía, del gobierno de las minorías y de los ricos.
En el fondo la diatriva de López Obrador no es más que sintomático del fracaso que ve venir a su denominado ‘Plan B’, aprobado por el legislativo pero impugnado ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por atentar contra el INE y la democracia de este país.
A estas alturas tiene claro que su estrategía de lanzarse con todo contra la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña y de acusarla de proteger a delincuentes, se está convirtiendo en un bumerán que empezará a cobrarle la factura a su autoritarismo y abuso de poder.
Y no sólo eso, sino ante una sociedad que se ha movilizado y ha tomado masivanente las plazas y calles para salir en defensa del INE y la democracia, a la que también ha acusado de corrupta, de estar asociada al narcotráfico y liderada por conservadores.
El tabasqueño sabe que su gobierno va en declive, que su salida de Palacio Nacional está a la vuelta de la esquina y que tendrá que rendir cuentas cuando deje el poder. Lo peor todavía está por venir.
