El presidente Barack Obama perdonó por última vez a dos pavos y cumplió una tradición de más de medio siglo, que constituye quizá el único acto oficial donde el protocolo presidencial queda rebasado por las risas.
Por primera vez desde que ha concedido este inusual indulto, el mandatario no estuvo acompañado por sus hijas Sasha y Malia, quienes dijo tuvieron conflictos de horario, por lo que apareció junto con sus pequeños sobrinos Austin y Joshua Robinson, informa Notimex.
“En realidad ya no podían soportar mis bromas”, dijo el mandatario, quien entre risas de los invitados presentes en el Jardín de las Rosas de la residencia presidencial, se dijo aliviado de que ambas no han sido transformadas por el cinismo de la ciudad.
Obama dijo que lo que sus hijas no saben es que aún en la vida civil seguirá perdonando pavos cada año, “sin cámaras, porque de ninguna manera voy a cortar este hábito del pavo frío”, aludiendo la frase en inglés “Cold Turkey” usada cuando alguien deja de beber o fumar.
Como lo ha hecho desde el 2011, cuando modificó esta tradición, Obama perdonó este año a dos pavos albinos nombrados Tater y Tots, palabras que forman el nombre de una crujiente fritura de papa de forma cilíndrica popular entre los niños.
Las dos afortunadas aves serán enviadas a su nueva casa, denominada “el descanso de Gobbler”, en Blacksburg, Virginia, donde serán atendidas por veterinarios y estudiantes del Departamento de Ciencias de Animales del Tecnológico de Virginia. (Notimex).
