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Terrorismo político

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Terrorismo político
Eugenio Hernández Sasso

Se nota que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está desesperado porque no puede destruir el bloque opositor ni doblar a Alejandro Morenos Cárdenas; evidencia, además, que sería un nocaut para su gobierno que le rechazaran también la iniciativa de reforma electoral propuesta.

Nadie en este país ignora la descarga de ataques en contra de Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI, después de que el bloque opositor echó para atrás la reforma eléctrica del presidente.

Al dirigente del tricolor lo han acusado de muchas cosas y lo han exhibido en audios, presuntamente truqueados, en Campeche, pero este viernes el gobierno federal fue más allá, al «madrugar» a la Fiscalía General de la República (FGR) y publicar, a través de su cuenta oficial de Twitter, un mensaje que minutos después fue eliminado de la red social.

El texto decía: «Por los posibles delitos de tráfico de influencias, desvío de fondos federales, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y fraude fiscal, la @FGRMexico inició una carpeta de investigación en contra de @alitomorenoc, exgobernador de Campeche y actual líder nacional del #PRI».

Con esto se patentiza que el Estado ha iniciado una persecución en contra de los opositores, tal y como lo ha denunciado Alito Moreno en México y ahora en Europa; también quedó claro y es una realidad «el mandato de hacer callar a los opositores con el abuso del poder desde el Palacio Nacional» como tuiteó, Dagoberto Lara Sedas, presidente del tricolor en Tabasco.

Pero el terrorismo político del gobierno mexicano se ha extendido a otros actores; por ejemplo, Pablo Gómez Álvarez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), denunció ante la FGR al expresidente Enrique Peña Nieto por presuntas operaciones de procedencia ilícita, por un monto de 26 millones de pesos.

La institución también reabrió el caso del asesinato del excandidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido en marzo de 1994, en Lomas Taurinas, Tijuana, e integró un equipo especial para investigar los hechos y, en su caso, retomar los procesos penales contra las personas vinculadas en el mismo. ¿A quien quieren espantar? ¿Será que López Obrador busca un enfrentamiento con el «inombrable»?

El sistema de terror político generado por el régimen de Morena ha tomado un nivel intolerable para tratar de consolidar sus planes e imponer una dictadura.

¿Será que como no ha podido vencer a Moreno Cárdenas ahora va a presionar con el ex presidente Peña y el caso Colosio, para ver si así «alguien» convence al líder nacional del PRI y negocia su iniciativa de reforma electoral?

Por lo pronto Alejandro Moreno, convertido ya en el líder opositor más importante de México, en su gira por Europa ha denunciado todos los atropellos y excesos del gobierno de López Obrador en contra de los partidos políticos antagónicos a la 4T, de la libertad de expresión y de los periodistas.

Ahora bien, si la política se hizo para poner orden en el caos, ¿por qué no hay orden en México? Todo parece indicar que el discurso de López Obrador queda sepultado diariamente por la realidad que vive el país en todos los sectores. Apenas habla algo bueno de su gobierno en «la mañanera» y minutos después se comprueba que es mentira.

Tan solo en materia de seguridad dice que «vamos bien» y resulta que los muertos de su gobierno, sus muertos, ya rebasaron a los de Felipe Calderón que le declaró la guerra al crimen organizado.

La cifra ha alcanzado los121 mil homicidios en 42 meses de gobierno y está a 34 mil de superar los asesinatos en el mandato de Enrique Peña. Si le echa ganas a los abrazos es probable que pronto lo deje atrás.

Así podemos enumerar todo lo malo de esta administración que ya no ve lo duro sino lo tupido, pero basta nada más con este dato para entender la frase lapidaria del padre Javier «Pato» Avila: «los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”.