Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Miedo en Palacio Nacional
La ola delictiva que se ha desatado en los últimos días en México, no solo llegó hasta el corazón de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sino que puso a temblar al primer comandante de la fuerzas armadas de nuestro país, al mismísimo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
‘Tenemos miedo’ se alcanzó a escuchar desde Palacio Nacional, casi al final del mensaje que dio el fin de semana el titular del Ejecutivo federal en sus redes sociales, a raíz del ataque armado ocurrido en la Ciudad de México en contra del secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch.
Un hecho de extrema violencia que no se había registrado en la capital del país, en los casi dos años de gobierno de López Obrador, pues los delincuentes iban armados hasta los dientes.
A este suceso ya le había antecedido una escalada de violencia en otros puntos de la república como el asesinato del juez Uriel Villegas y su esposa, Verónica Barajas en Colima, los 100 asesinatos registrados en la primera semana de este mes en Guanajuato por disputas entre grupos criminales por el robo de combustible; los 11 cuerpos encontrados en una autopista en Sonora y otros 14 cadáveres que aparecieron en Zacatecas.
A la par de la pandemia, que ha dejado más de 26 mil defunciones en el país, la violencia ha escalado peligrosamente como nunca se había dado en los últimos sexenios, incluso ni cuando el ex presidente, Felipe Calderón declaró la guerra a los grupos delincuenciales.
Como se observa la espiral delictiva no hay quien la detenga, tan sólo el mes de marzo, en medio de la pandemia, los homicidios rompieron otra marca histórica: 2 mil 585 asesinatos, más de ochenta muertes al día.
Apenas a finales de la semana antepasada, en sus mañaneras AMLO reconoció haber dado la orden de liberar a Ovideo Guzmán Loera, hijo del narcotraficante Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, después de un enfrentamiento el pasado 17 de octubre de 2019.
A finales de marzo de este año, se bajó de su camioneta durante una gira por Badiraguato, tierra del Cártel de Sinaloa para saludar de mano a la mamá del ‘Chapo’ Guzmán, lo que valió una andanada de críticas al tabasqueño.
Está más que claro que la estrategia de López Obrador para pacificar al país, no le está dando resultados, máxime si después de los abrazos y no balazos ahora siente miedo.
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