Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Tabasco, fuera de control
Al ritmo que vamos por el número de casos positivos del Covid-19, Tabasco podría posicionarse en primer lugar a nivel nacional en contagios si no se toman medidas más estrictas para reducir la movilidad de las personas en el día a día.
A mediados de esta semana el estado alcanzó en sólo 24 horas un total de 155 infectados por el virus, la cifra más alta de nuevos casos en lo que va de esta pandemia, muy cerca ya de la Ciudad de México quien ocupa el sitio número uno en incidencias por este padecimiento.
Derivado de esta situación, este fin de semana en la mayoría de los municipios del estado, excluida la capital tabasqueña se ha tomado la decisión de cerrar el comercio con tal de que la gente no salga a la calle y se quede en casa.
Dada la gravedad del caso, autoridades del municipio de Centro, donde se registra el mayor número de contagios, debería sumarse al cierre de negocios para bajarle a la incidencia, la cual sigue fuera de control.
Lamentablemente Tabasco sigue siendo un mal ejemplo en el país, no sólo por no acatar las disposiciones sanitarias, sino porque es de las entidades de la república que se ha quedado a la zaga en desarrollo económico, con los peores índices en desempleo, educación, salud e inseguridad.
A todo ello, habrá que sumarle la crisis financiera que dejará la pandemia a países como México por la pérdida de alrededor de dos millones de empleos, la quiebra de negocios de servicios y turismo y un sistema de salud colapsado por el coronavirus y del que Tabasco no será ajeno.
Según pronósticos, la recuperación de este país podría llevarse lo que resta del sexenio, como incluso ya han previsto autoridades del gobierno federal quienes ahora pretenden medir el Producto Interno Bruto (PIB) mediante la felicidad y bienestar de la gente.
Hoy todos nos preguntamos: ¿Qué hace falta para que los tabasqueños aplanemos la curva de casos por Covid-19? ¿Se requerirán medidas más radicales para que no se contamine todo el rebaño?
Ya está visto que las campañas en las redes sociales por parte del gobierno han sido insuficientes, la gente sigue saliendo a las calles, incluso sin ningún tipo de protección a realizar sus compras.
Quizá hoy más que nunca deberían tomarse en cuenta propuestas como la de la Iglesia Católica que se pronunció por el toque de queda para hacer entrar en razón a los tabasqueños. A grandes males, grandes soluciones.
