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Yacimiento con ‘tufo’ electoral

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Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Yacimiento con ‘tufo’ electoral
Este próximo 18 de marzo, en el marco de la celebración de la Expropiación Petrolera, desde Tabasco, Andrés Manuel López Obrador anunciará con bombo y platillo el yacimiento del pozo petrolero Dzimpona, que ya había anticipado desde el viernes pasado en la mañanera.
Una noticia que fue destacada en la mayoría de los diarios de la prensa tabasqueña pero que tiene más ‘tufo’ a un tema electoral para ganar simpatías dada la proximidad de las elecciones del 6 de junio.
Algo similar a lo que ocurría al final de cada sexenio cuando el presidente en turno anunciaba el descubrimiento de grandes yacimientos que vendrían a impactar favorablemente en la economía petrolizada de este país.
Sólo que de esa época a la actualidad las condiciones en México y el mundo ya no son las mismas en materia energética.
La apuesta por las energías fósiles o sucias han acentuado el detrimento del medio ambiente y la calidad de vida de los seres humanos.
De ahí el ‘Acuerdo de París’, suscrito en el seno de la ONU en abril de 2016 y en el que México y otros países del mundo, entre ellos EU y Canadá, con quienes signó el T-MEC, se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Lamentablemente el gobierno de AMLO ha hecho todo lo contrario,  al aumentar la explotación de campos petroleros también ha disparado la producción de combustible sucio.
En enero de 2021, Pemex incrementó la producción de combustóleo hasta un 83%, esto es, 231 mil barriles diarios, el nivel más alto desde mayo de 2018.
Este petrolífero sucio es un residuo de la refinación y es utilizado para producir energía eléctrica, como se hace actualmente con CFE.
El problema con este combustible es que posee una cantidad muy alta de azufre que, al quemarlo, los gases se convierten en ácidos dañinos para el sistema respiratorio.
Además el combustóleo contribuye a la lluvia ácida que daña la flora y fauna de los ecosistemas.
Lo que viene con el nuevo yacimiento en el pozo Dzimpona en la zona de Ocuiltzapotlán no es para celebrarlo, significa más contaminación para los tabasqueños.
Qué rápido se le olvidó a López Obrador la lucha que durante años encabezó desde Tabasco contra la paraestatal a quien acusaba de ser la principal contaminante y causar daños a plantas, cultivos, ríos, cuerpos lagunares y viviendas del estado.
Hoy, en vez de imitar al buen pastor que da la vida por sus ovejas, se ha vuelto su carnicero.