Testigo fiel:
Por: Jesús Torres
Violencia rompe barreras
Mientras Andrés Manuel López Obrador pareciera que juega a distraer a los mexicanos, esta semana se rompió la barrera de los 130 mil homicidios dolosos en lo que va del sexenio.
Y lo que es peor, como advierte atinadamente en su columna, Héctor de Mauleón, las masacres en México se han convertido en una hemorragia que no cesa.
Eso y con todo que, según lo dicho por López Obrador, la delincuencia ya no manda en este país, que no hay masacres, torturas y desapariciones.
Sólo que en el México real, del día a día, los hechos y las cifras desmienten los otros datos del inquilino de Palacio Nacional.
Hasta ayer, de acuerdo con una medición que realiza permanentemente, ‘Tresearch’, agencia especializada en estudios de opinión, se contabilizaban 130 mil 320 homicidios dolosos en lo que va del gobierno de AMLO.
Una cifra muy por encima de los sexenios de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Y eso que al tabasqueño todavía le quedan dos años para concluir su gobierno.
Los más trágico de esta guerra en números es que, la delincuencia no respeta a nadie, ha cobrado igual la vida de miles de seres inocentes, que de hombres, mujeres, adolescentes y jóvenes sin deberla ni temerla.
Lo datos que ofrece en su artículo el columnista Héctor de Mauleón son por demás horrorizantes cuando habla de las masacres que siguen sangrando a este país y que se realizan con total impunidad.
Como las ocurridas en Celaya, Guanajuato el viernes pasado en que perdieron la vida 8 personas y otras 5 resultaron heridas.
Esa misma noche, en Quechultenango, Guerrero, fueron ejecutadas 6 personas, entre ellas 2 menores de edad. De estas 4 presentaban tiros de gracia y 2 habían sido decapitadas.
Datos de la organización Causa en Común destaca que de enero a junio de 2022 se han cometido en México 250 masacres y contando.
Y eso no es todo, julio fue el segundo mes más violento en lo que va del año, y en el que se cometieron 2 mil 331 homicidios dolosos en el país, según el reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Así las cosas, al que prometió pacificar el país con los abrazos, no balazos y proteger la vida de los delincuentes, simplemente la estrategia no le ha funcionado, y el tiempo se le está acabando.