A rienda suelta
¿Un delincuente en la Fiscalía?
Por Luis Armando Mendoza.
Si Layda Sansores respetara la ley tendría que haber destituido ya a Renato Sales como fiscal general del Estado.
Si Renato Sales tuviera vergüenza ya hubiera presentado su renuncia al cargo.
Si la bancada mayoritaria de Morena en el Congreso de Campeche en verdad representara a los ciudadanos ya habría exigido la renuncia de Renato Sales.
Ninguna de los tres cosas ocurrirá porque para Layda la ley no existe, Renato Sales no tiene vergüenza y los diputados de Morena no representan a quienes votaron por ellos, sino a los intereses de la gobernadora.
No se explica de otra manera que Renato Sales permanezca en el cargo de fiscal general del Estado cuando sobre él pesa una denuncia de la Auditoría Superior de la Federación ante la Fiscalía General de la República por el presunto robo de un equipo de espionaje con valor de más de 800 millones de pesos.
De acuerdo con la denuncia presentada por Heladio Elías Ramírez Pineda, director general jurídico de la ASF, el equipo sustraído por Renato Sales durante su encargo como Comisionado Nacional de Seguridad entre agosto de 2015 y noviembre de 2018 había sido adquirido para reforzar las labores de investigación e inteligencia de la Policía Federal en el combate a la delincuencia organizada.
Sin embargo, el equipo de espionaje nunca fue entregado a la Policía Federal y se ignora su destino.
El sólo hecho de que pese una denuncia judicial abierta en su contra, es suficiente para exigir la destitución de Renato Sales.
Ya veremos si la gobernadora Layda Sansores lo destituye o le pide su renuncia o se aferra a mantener como fiscal general del Estado a un presunto delincuente.
PIAFIDO: No hay que ser adivino para saber que en las manifestaciones de protesta de supuestos productores agrícolas del poblado de Iturbide, del municipio de Hopelchén está la mano del Gobierno del Estado, concretamente de la gobernadora Layda Sansores.
La movilización de los supuestos campesinos, identificados como militantes de Morena fue azuzada por el diputado federal morenista José Flores Pacheco a través de un agitador y pseudolíder de ese partido en Iturbide al que se conoce con el apodo de «El Ajo».
Y la intromisión del Gobierno del Estado y de Morena es evidente porque son tan obvios que durante el bloqueo de la carretera principal de Hopelchén a Campeche los manifestantes recibieron alimentos y víveres de funcionarios del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Hopelchén, cuyo director, Narciso Azael Huchín Poot, es excandidato a regidor por ese partido.