Testigo fiel
Uber, la manzana de la discordia
Por: Jesús Torres
Mientras que en Campeche el gobierno local mantiene pláticas con Uber quien ha anunciado que entrará en operaciones el próximo 5 de septiembre, en Tabasco bajo advertencias ya le metieron freno a la empresa para que ni se le ocurra sacar sus unidades a la calle.
Uber es una compañía internacional que proporciona a sus clientes una red de transporte privado a través de una aplicación para celulares que conecta a los pasajeros con los conductores registrados en su servicio. En el mundo ya lo hace en 310 ciudades; en México en 25.
La transnacional permite a las personas convertirse en socios y conductores para generar un ingreso y por supuesto tener una fuente de empleo, pero además ofrecen confort y seguridad a los usuarios.
En Campeche por ejemplo, de entrada generaría más de mil nuevas fuentes de trabajo de manera directa e indirecta y atendería el 80 por ciento de un sector privado que habita en la ciudad y que busca un tipo de servicio diferente al que brinda el transporte público a través de los taxis tradicionales. Incluso ejecutivos de Uber ya dan asesoría y capacitación para quienes desean formar parte del llamado gigante del transporte privado de lujo.
Consultado por este columnista, el gobernador de aquella entidad, Alejandro Moreno Cárdenas, señaló que están en diálogo con la empresa bajo la premisa que tendrán que respetar las leyes en la materia aplicables en el estado. De otra manera no podrán entrar en operaciones.
En el caso de Tabasco al contrario, al anunciarse la llegada de Uber para la misma fecha, inmediatamente todos se le fueron encima a la compañía. Me refiero a las tres uniones de taxis que hay en Villahermosa y el propio gobernador, Arturo Núñez Jiménez quien ya declaró que no aceptará presiones de ningún tipo por parte de la transnacional.
Lo cierto es que a diferencia de Campeche, donde sí existe cultura vial y los taxistas brindan un buen servicio además de ser el estado más seguro del país, en Tabasco ya urge la modernización del transporte público para dar paso a otras opciones y de una vez por todas deshacerse de unidades chatarras, sin clima, con conductores faltos de educación, que abusan con las tarifas y maltratan a los pasajeros.
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