Para Usted
Tambores de Guerra
Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
En Morena-Tabasco, comenzaron a sonar y a oírse muy fuerte los tambores de guerra; presagio y sinónimo de rumores o indicios que anuncian la inminencia de un conflicto o de un enfrentamiento grave; desde la mismísima Quinta Grijalva y la bien llamada “casita azul” (secretaría de gobierno en Méndez y Carranza), se alistan ya los misiles; claro está, con el beneplácito y visto bueno, del titular del Palacio de Cobián, sobre la avenida Bucareli, de la ciudad de México.
Suenan tambores de guerra. Nada nuevo bajo el sacrosanto gobierno de la Cuarta Transformación en Tabasco (4T), cuyos amos y señores se encargan de dirigir los ataques donde lo consideren oportuno, pero bien se sabe que es para “ablandar” a los enemigos. Porque los tambores de guerra nunca han dejado de sonar en Morena y la 4T estatal, y jamás lo harán mientras la disidencia y la inconformidad les generen beneficios (divide y vencerás).
Pero, ¿por qué extrañarnos o escandalizarnos de estos tambores que llaman a la batalla, si la guerra siempre está en marcha en toda la estructura Morenista/cuatroteísta tabasqueña, si vivimos inmersos en ella? Forma parte fundamental del orden autoritario de este gobierno que se dice “diferente”, pero que al final son más o peor de lo mismo; priistas tricolores disfrazados de color vinotinto, que es el color de moda en este sexenio.
El gobierno estatal y su partido oficial en y desde el poder, está en constante guerra de grupos contra grupos, corrientes contra corrientes y todos contra todos (claro está en perjuicio de Tabasco y de los tabasqueños); Unos desde el poder, la impunidad y la comodidad que dan estar dentro del presupuesto, en contra de los “otros” (los que se sienten con derecho de antigüedad, por haber caminado toda la vida junto al Tlatoani, que ahora los ningunea y no quiere ver); todos, de este lado, tratando de no dejar el poder y, desde el otro, hacerse de él, ante un pueblo apático y amorfo, cual vil roedores en busca del pedacito de queso que el ganador otorgará al que sobreviva a cuantas tropelías se le ocurran.
Cero unidad, rebelión y pérdida del control del grupo del gobernador y secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández, para “planchar” la llegada de Tey Mollinedo, a la dirigencia estatal Morenista; ¿quién fue el operador?, porque una de dos, o no supo hacer su trabajo o, se sintieron “sobrados” y ensoberbecidos, que confiaron en su maquinaria.
Mala señal y mal mensaje para el pueblo de Tabasco; ellos, los que predican la unidad y que su lucha es por la democracia y no por cargos públicos, lastimaron y vulneraron la frágil y endeble unidad del partido oficial; insistimos, no hubo los amarres y ya se comenzaron a escuchar los tambores de guerra; los discursos (mensajes en sus cuentas personales de Twitter), de Carlos Manuel Merino Campos y de Guillermo Arturo del Rivero León, sirvieron para echarle sal y limón a las heridas.
La llegada de César Raúl Ojeda Zubieta, como presidente del consejo estatal Morenista, no es más que un elemento distractor del grupo de Adán Augusto López Hernández; no olvidemos, que horas antes de asumir como secretario de gobernación, Adán Augusto, “placeó” en el congreso estatal al ex secretario de gobierno de Arturo Núñez Jiménez, para luego, dejarle la gubernatura a Merino Campos. Tengan para que aprendan.
Es la lucha de los primores (priistas de toda la vida, ahora con el disfraz de Morena), en contra de los fundadores del partido y acompañantes de toda la vida de Andrés Manuel López Obrador, personificados, cobijados y representados por la figura de Javier May Rodríguez, quienes, de entrada, se pronunciaron a favor de Claudia Sheinbaum, en el mismísimo territorio de Adán Augusto y bendita tierra presidencial amloísta.
Por cierto, hasta el momento, al menos públicamente, nadie de los actuales funcionarios y personajes “primores” de Tabasco, se ha pronunciado a favor de la candidatura de Adán Augusto López Hernández; ¿por qué?, ¿tendrán miedo? ¿O sospechan algo?
Arrancó pues el proceso sucesorio electoral de Morena en Tabasco, marcado fuerte y gravemente por la falta de unidad, el agandalle, el descontón a quemarropa y sin decir agua va; rebelión, estilo la noche los cuchillos largos; vil cena de negros y descontrol del grupo “adancista”, para planchar la llegada de una insulsa teapaneca Tey Mollinedo, que será un simple monigote o títere, movido a placer desde Bucareli. Partido totalmente fracturado.
De ahora en adelante, La guerra y el sonar de los tambores llamando a la batalla sin cuartel, a la carnicería, estarán siempre presente en todo Tabasco y ante todos los tabasqueños; vale más saberlo y estar enterados desde ahora, no se detendrá nunca y derramará mucha sangre por todo el territorio estatal; muchos heridos, que no se quedarán cruzados de brazos, porque no están ni mancos, ni tullidos.
Pero la guerra es el pasatiempo favorito de los poderosos. Es apostar a caballo ganador porque vaya como vaya siempre ganan los mismos y el riesgo de pérdida es cero. Los muertos, sean del bando que sean siempre los ponen los mismos. Los vencedores también.
La industria de la muerte es una colosal máquina que genera beneficios económicos astronómicos y garantiza el mantenimiento de un orden social basado en el poder en todas sus dimensiones (propiedad, dominio, lucro, explotación); ¿estamos listos? ** hasta mañana Dios mediante.