Testigo fiel
Sordera gubernamental
Por: Jesús Torres
El clima de violencia que se vive en Tabasco, como nunca se había registrado en otras épocas, ya llegó al punto de provocar una psicosis generalizada entre los ciudadanos, que no está dejando otra opción, que tomar medidas drásticas contra los delincuentes. En otras palabras, si las autoridades de gobierno no hacen nada al respecto, la sangre correrá al río, y no creo que se quiera llegar hasta ahí para buscarle una solución a ésta problemática que al parecer ya se les salió de las manos.
Lo peor del caso es que mientras los tabasqueños son presa de actos vandálicos, el gobernador, Arturo Núñez parece no inmutarse, no se ve la mano firme ni la sensibilidad social para hacer frente a éste flagelo que hoy por hoy nos ha robado la tranquilidad a todos y ha cobrado varias víctimas.
Vamos, ni la muerte de dos policías que enlutaron un par de familias sacó al gobernador de la comodidad de la Quinta Grijalva (Casa de gobierno). No se vio por ningún lado un mensaje de aliento para los deudos, y mucho menos la promesa que serán detenidos los culpables de tan infame acto.
¿Será que el gobernador duerme con la conciencia tranquila todas las noches?, ¿O acaso sufre aquella enfermedad que lo hace perder la memoria?, porque de otra manera no nos explicamos cómo un gobernante no escucha y pone atención al reclamo de sus paisanos que todos los días, y por todos los medios le están diciendo que ya están hartos de la inseguridad, de no salir con tranquilidad a las calles, que a cada rato que pasa se está consumando un robo con violencia: que ya asaltaron una farmacia, una gasolinera, un expendio de pan, una tienda de conveniencia, una pastelería, una tienda de accesorios, una pizzería, un taller mecánico; y lo que se le vaya sumando.
El hartazgo de la gente ya es generalizado, en las redes sociales no se ve por ningún lado una opinión a favor de éste gobierno, que como se ha machacado, prometió un cambio que hasta hoy no ha dado resultados. El clamor es el mismo: si no puede con el cargo, renuncie.
Ariel Córdova Wilson, uno de los ex colaboradores de Arturo Núñez, hace una reflexión sobre lo que ocurre en Tabasco, en una misiva que le dirige al mandatario local. Lo cito textual:
“La sordera a las críticas, a las propuestas externas y a los comentarios ciudadanos de sus quejas y sugerencias hacia tu gobierno prevalecen y haces mutis; es vox populi los negocios familiares y los actos de corrupción que se están cometiendo dentro de tu círculo cercano y no pasa nada; los ciudadanos estamos hartos de la Inseguridad y de la violencia en las que viven nuestras familias, el primer precepto constitucional que tú como gobernador le debes a tus gobernados es la seguridad y no estas cumpliendo, estamos con temor pero también con mucho coraje de ver como el estado de derecho se desmorona y poco a poco va privando la ley del más fuerte, la ley de la jungla”.
Pero, eso no es todo, en un escrito que la tarde noche del domingo hizo circular un grupo denominado “Tabasqueños por la Paz”, a través de las redes sociales le piden al gobernador que renuncie él y sus funcionarios si no son capaces de garantizar la paz a los tabasqueños.
Aquí parte del texto: “don Arturo Núñez Jiménez, gobernador de Tabasco, los tabasqueños unidos por la paz le exigimos que RENUNCIE, pues ya demostró su ineptitud, irresponsabilidad, pusilanimidad y falta de testosterona para ser nuestro líder y gobernador de Tabasco.
“Este es un manifiesto de un grupo de tabasqueños y mexicanos que aquí residen, que sí piensan, reflexionan y valoran la libertad y la paz; y que están hasta la madre de usted y sus funcionarios de quinta, que llegaron con resentimiento, ocurrencias e ignorancia para dirigir una entidad que ni siquiera conocen.
“Sepa usted que no nos quedaremos sentados viendo cómo se desmorona Tabasco, tampoco nos limitaremos a escritos y marchas pacíficas, que estamos dispuestos a todo por salvaguardar nuestra integridad física, la de nuestras familias y nuestro patrimonio”. Hasta ahí éste escrito que habla por sí sólo de la irritación social que ya existe a estas alturas por parte de los ciudadanos.
Como bien dijera Ariel Córdova, todavía hay tiempo de recomponer las cosas, de que éste gobierno pueda trazar un rumbo y pensar, antes, durante y después en los ciudadanos. No vaya a ser que después sea demasiado tarde.
¿Usted qué opina?