El coordinador general del SAS, Benjamín Quiles León, informó que las plantas potabilizadoras Villahermosa, Parrilla y Gaviotas tuvieron que parar su funcionamiento debido a la presencia de turbiedad y sólidos (concentración de lodo) que se generaron por deslizamientos en laderas, tras la magnitud del sismo de 8.2 grados.
Explicó que la mañana del viernes la turbiedad en los ríos Grijalva y La Sierra llegó a estar más de 400 % del límite, registrando unas 12 mil unidades de turbiedad, lo cual ha ido normalizándose y a más tardar la madrugada del sábado habrá abasto total.
“Cuando hay esos picos normalmente se debe a desgajamiento de cerros agua arriba y con un sismo de 8.2 grados es de imaginar que hubo mucho desgajamiento; por ejemplo, en el río Grijalva a las dos de la tarde teníamos 3 mil 700 unidades cuando lo máximo es 2 mil 400, pero a las ocho de la mañana era tres veces más, así que se va superando la situación”, aseguró.