La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) construye un hotel en la Reserva de la Biosfera de Calakmul sin contar con las autorizaciones en materia de impacto ambiental.
Así lo informó el diario Milenio, de acuerdo con denuncias interpuestas por pobladores y organizaciones sociales que han documentado el desmonte de la selva en el interior de un predio de tres hectáreas.
De acuerdo con el reporte, la infraestructura turística forma parte del proyecto del Tren Maya, y contará con una capacidad de 160 habitaciones.
También detalla que, de acuerdo con la Sedena, el terreno ya se encontraba impactado ya que en la década de los noventas fue utilizado como un campo chiclero, aunque eso no exenta a la dependencia de tramitar ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una manifestación de impacto ambiental, ya que el proyecto se ubica dentro de un área natural protegida.
En marzo de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la construcción en el tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum y abarca al menos 100 kilómetros, no afectará a los cenotes, ríos subterráneos ni el ecosistema; versión que contrasta las declaraciones de ambientalistas en contra del proyecto.
Durante la conferencia mañanera del lunes 28 de marzo, el mandatario explicó la situación actual del proyecto del Tren Maya y los diversos retrasos que ha enfrentado la construcción por la “desinformación” que se generó ante la deforestación de la selva y daños a cenotes de la zona.
“Ya está todo el derecho de vía, llegando a Tulum en efecto hay cenotes, pero el proyecto contempla viaductos para pasar por ahí, no se tocan, no se afectan en nada los ríos subterráneos y cenotes, todo esto pertenece, la mayor parte, a hoteles que compraron de la costa hacia adentro, son zonas impactadas, no es monte alto, no es selva, son acahuales”, explicó.
Ambientalistas han advertido acerca de los daños al ecosistema que puede traer este proyecto emblema de la administración de López Obrador.
De acuerdo a numerosos científicos y activistas ambientales consultados por la agencia Reuters en enero de este año, el ferrocarril y su construcción apresurada también ponen en grave peligro la naturaleza virgen y los antiguos sistemas de cuevas debajo del suelo selvático.
En diciembre de 2022, expertos de las Naciones Unidas advirtieron de que el estatus del ferrocarril como un proyecto de seguridad nacional permitía al Gobierno eludir las salvaguardias ambientales habituales y le pidieron que protegiera el medio ambiente de acuerdo con los estándares globales