Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Serénese presidenta
La presidenta, Claudia Sheinbaum no debería engancharse con sus adversarios políticos a los que incluso ha llamado antipatriotas, cuando lo que México requiere en estos momentos de incertidumbre es la suma de todos ante la embestida de Donald Trump en materia arancelaria y la caza de migrantes mexicanos.
Cabeza fría aunque el corazón esté caliente, decía su mentor y antecesor, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. No es mediante la confrontación y el discurso contestatario como se sacará a este país adelante.
Hasta ahora poco o nada han logrado sus ‘negociadores’ ante el gobierno estadounidense, como Marcelo Ebrard, secretario de Economía y Juan Ramón de la Fuente de Relaciones Exteriores.
Pretender endilgar a la oposición los yerros de la administración morenista en la conducción del país no es la vía para esquivar la responsabilidad que tienen Morena y sus gobiernos desde que llegaron al poder hace más de seis años.
Y es que no sólo no han encontrado una estrategia eficaz para persuadir al presidente Donald Trump ante la aplicación de aranceles, su medida antimigratoria y el reclamo de una mayor contundencia en el combate al narcotráfico y el tráfico de drogas, sino que tampoco se han obtenido los resultados esperados en seguridad en algunas regiones del país, salud, educación y economía, por citar algunos.
La oposición está en su papel de hacer señalamientos y críticas donde las autoridades están fallando, como en su tiempos lo hizo Morena antes de llegar al poder y su principal exponente, Andrés Manuel López Obrador.
Bien valdría reflexionar algunas preguntas que el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas hizo a Sheinbaum Pardo después de que llamara antipatriotas a sus opositores.
Aquí dejamos algunas: ¿La oposición inventó la investigación del Departamento del Tesoro de EU para acusar a tres instituciones financieras de lavado de dinero?
¿La oposición es la que es acusada por el presidente de los EU, Donald Trump, de no hacer lo suficiente para combatir al narcotráfico y al crimen organizado?
¿La oposición es responsable de que Andrés Manuel López Obrador haya pactado con el crimen organizado y haya protegido a los narcopolíticos de Morena?
¿La oposición es culpable de que Andy López Beltrán, el hijo de López Obrador, esté señalado públicamente de recibir dinero del crimen organizado?
¿La oposición es culpable de que Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación en el gobierno de López Obrador, en diálogo con gobernadores y el titular de Seguridad Pública, sea señalado de proteger a miembros del crimen organizado y a narcopolíticos de Morena?
¿La oposición nombró al exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, hoy acusado de encabezar una organización criminal?
¿La oposición tiene a gobernadores como Rubén Rocha Moya, Américo Villarreal o Alfonso Durazo Montaño acusados de vínculos con la delincuencia organizada?
Resulta más que evidente que Morena se ha entrampado con estos temas y no ha encontrado una salida para resolverlos. Repartir culpas le ha sido más fácil.