Autoridades mexicanas dijeron que el presunto agresor de un funcionario del consulado de Estados Unidos en la ciudad mexicana de Guadalajara es de nacionalidad estadounidense y que será repatriado tras ser detenido el domingo.
El funcionario estadounidense fue agredido el viernes por la tarde por un hombre que disparó contra el auto en el que viajaba al momento en que esperaba que se levantara una barrera para salir de un estacionamiento.
La Procuraduría General de la República (PGR) -la fiscalía general de México- y la cancillería dieron a conocer el domingo en un comunicado la nacionalidad del presunto agresor y su expulsión de México. Dijeron también que el estado de salud del funcionario consular permanece estable, pero no dieron más detalles.
El atacante fue detenido el domingo por agentes de la fiscalía de Jalisco, de la que Guadalajara es la capital estatal, y puesto a disposición de la PGR.
La embajada de Estados Unidos en México divulgó el sábado un video de cámaras de vigilancia en el que se muestra que el hombre, vestido de azul y con lentes obscuros, dispara cuando el auto se detiene y después huye del lugar corriendo.
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, agradeció la pronta detención del supuesto agresor.
«En nombre del presidente (Barack) Obama y el pueblo de Estados Unidos, quiero agradecer al Gobierno de México por su rápido y decisivo arresto de un sospechoso en el atroz ataque en contra de nuestro colega oficial de servicio en el extranjero en Guadalajara», dijo Kerry en un comunicado.
Una fuente con conocimiento de lo ocurrido dijo a Reuters el sábado que el funcionario había sido herido en el pecho.
La Oficina Federal de Investigación (FBI) había ofrecido una recompensa de 20,000 dólares por información que llevara a la captura del agresor del funcionario estadounidense, identificado éste por un funcionario de seguridad mexicano como Christopher Ashcraft.
Guadalajara se ha convertido en los últimos años en un plaza importante de bandas del narcotráfico, cuyo combate ha dejado decenas de miles de muertos desde que México inició una campaña frontal contra los cárteles de la droga hace alrededor de una década. (Reuters).