Testigo fiel
Ppr: Jesús Torres
Revocación de Mandato, para qué
En medio de la emergencia sanitaria, económica y de seguridad que vive el país, Morena vuelve a poner en el centro de la discusión el tema de la Revocación de Mandato.
Una propuesta impulsada por el inquilino de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador para preguntar a la gente en el 2022 si están de acuerdo o no que siga al frente del gobierno.
Un show más del político tabasqueño para mantener entretenido al electorado previo a los comicios que se realizarán el próximo año en seis entidades de la república donde habrá cambios de gubernaturas así como la renovación del Congreso en Quinta Roo y 39 ayuntamientos de Durango.
A mediados de esta semana y ayer jueves por lo pronto en el Senado de la República el bloque opositor le dio palo a Morena al tirarle, en dos intentos, su convocatoria para un periodo extraordinario de sesiones en el que se buscaba aprobar la ley reglamentaria de la consulta de Revocación de Mandato.
No se duda que con la mayoría de sus aliados los senadores morenistas finalmente se salgan con la suya.
De entrada el INE ya anunció que para realizar este ejercicio se requieren 4 mil millones de pesos los cuales incluirá en el anteproyecto de presupuesto 2022, una cifra casi similar aprobada por el órgano electoral para el financiamiento de partidos políticos el próximo año.
Si con la consulta popular para enjuiciar a los expresidentes, que fue un rotundo fracaso, se gastaron más de 500 millones de pesos, prácticamente tirados a la basura, el gasto que se generará con la Revocación de Mandato representará un insulto de mayores proporciones para los más pobres de este país.
Dinero que bien podría destinarse en apoyo a los niños huérfanos que ha dejado el coronavirus, los millones de mexicanos que están en la extrema pobreza, vacunas para menores de edad, familias que no reciben ningún tipo de asistencia social como servicios médicos, alimentos, entre tantas necesidades que tiene la población más olvidada.
La convocatoria para la Revocación de Mandato sólo será otro gastadero de dinero que López Obrador utilizará para sus fines políticos-electorales, entre otros tantos distractores de los que ha echado mano para ocultar su ineficiencia como ya se ha visto en casi tres años de su gobierno.
