Tras la desaparición de joven duranguense en antro propiedad de Ricardo Velarde Cárdenas, el secretario de Economía renunció a su cargo.
Después de 23 días de la desaparición de Carlos Emilio Galván Valenzuela, un joven de 21 años originario de Durango, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, confirmó la renuncia de Ricardo Velarde Cárdenas como secretario de Economía del estado.
La decisión ocurre en medio de la polémica por el caso del joven, quien fue visto por última vez en el bar Terraza Valentino, propiedad del ahora exfuncionario, ubicado en una zona turística de Mazatlán.
“Reconozco su sentido de profesionalismo y responsabilidad para asumir a plenitud su compromiso personal con el esclarecimiento de los hechos ocurridos en un establecimiento de su propiedad, buscando la verdad y la protección de los derechos de las víctimas”, publicó el mandatario en su cuenta de X.
La renuncia fue anunciada horas después de que la Fiscalía General del Estado de Sinaloa (FGE) ejecutara un cateo en el bar Terraza Valentino, la madrugada del 23 de octubre. Hasta el momento, el gobierno estatal no ha informado quién ocupará el cargo de manera provisional.
El local permanecía cerrado y resguardado por elementos de la Guardia Nacional, en cumplimiento de la promesa del gobernador de inspeccionar el lugar tras las críticas por la falta de acciones concretas.
Este establecimiento, frecuentado por turistas y locales, es uno de los más conocidos de Mazatlán y pertenece al Grupo Eleva, consorcio empresarial del propio Velarde Cárdenas que reúne más de 15 restaurantes y bares en distintas ciudades, entre ellos El Muchacho Alegre y Gusto al Gusto.
UN VIAJE FAMILIAR QUE TERMINÓ EN TRAGEDIA
Carlos Emilio Galván Valenzuela viajó con su familia desde Durango a Mazatlán el viernes 3 de octubre para celebrar su graduación como chef. De acuerdo con su madre, Brenda María Valenzuela Gil, la noche del sábado 4 acudió con sus primas al bar Terraza Valentino, donde fue visto por última vez.
“Entró al baño y no regresó. Lo hemos buscado por todas partes, pero nadie da una respuesta clara”, declaró la madre a EMEEQUIS. Las primas del joven relataron que lo vieron ingresar al baño acompañado por un hombre que le hablaba sobre un vapeador. “Esperamos 20 minutos y no salió. El lugar tiene varias salidas y un sótano, lo que complica la búsqueda”, explicó el padrastro de Carlos Emilio.
La última ubicación del celular del joven coincidió con una zona cercana al establecimiento, pero los recorridos casa por casa realizados por su familia no arrojaron resultados. “Fuimos a cada domicilio donde aparecía la señal, pero no encontramos nada. En algunas casas no quisieron abrirnos”, lamentó la madre.
Carlos Emilio vestía pantalón negro de mezclilla, playera negra con letras blancas y tenis blancos con detalles oscuros. Mide 1.83 metros de estatura, tez blanca, cabello y ojos color café.
BÚSQUEDA INMEDIATA
Desde el primer día, la familia encabezó una intensa búsqueda que se transformó en una causa colectiva. Han organizado marchas, compartido su fotografía en redes sociales y exigido la intervención de las autoridades.
Para el sábado 25 de octubre, colectivos de madres buscadoras de Durango y Sinaloa convocaron a una marcha en Mazatlán para exigir la aparición con vida de Carlos Emilio y denunciar la falta de avances.
“NO ES UN CASO AISLADO”
El caso de Carlos Emilio no es el primero que involucra establecimientos propiedad de Velarde Cárdenas. De acuerdo con medios locales, al menos cuatro personas desaparecieron en el último año en incidentes ocurridos en bares vinculados a su grupo empresarial. Todos los casos están relacionados con vapeadores.
Uno de los episodios más recientes ocurrió el 4 de agosto, cuando Danna Fernanda (22), Gonzalo Ismael (23) y Rodolfo (24), originarios de Culiacán, desaparecieron tras un altercado en el bar Cotorritos, también perteneciente al Grupo Eleva. Según la revista Proceso, los jóvenes se negaron a comprar vapeadores dentro del local y fueron retenidos; días después, lograron ser liberados.
Brenda Valenzuela, madre del joven desaparecido, ha denunciado la falta de colaboración por parte del bar. “No hay un responsable directo ni alguien que te dé la cara. Mis sobrinas salieron corriendo en un Uber y gracias a Dios tampoco las desaparecieron a ellas”, dijo.
La presión pública y las manifestaciones obligaron a las autoridades a acelerar las diligencias. Sin embargo, hasta el momento no se ha localizado al joven ni existen detenidos relacionados directamente con su desaparición.
(emeequis).








