El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció el miércoles que se reforzará la capacidad de investigación de la fiscalía especializada en crímenes contra periodistas así como un mecanismo ya existente para protegerlos, dos días después de un asesinato en el norte del país que indignó al gremio.
El lunes fue asesinado el periodista Javier Valdez, un reconocido y premiado reportero del estado de Sinaloa, el crimen de más alto perfil de los últimos años en medio de un recrudecimiento de la violencia ligada al narcotráfico. Valdez conducía por una avenida de la capital del estado cuando fue interceptado por unos sujetos que le dispararon.
El asesinato desató protestas de periodistas en distintos estados del país y en la capital, ante lo cual Peña dijo que la fiscalía especial, a la que los comunicadores consideran inútil, será dotada de más personal, más capacitado y que estaría en comunicación con los gremios periodísticos.
«Como ciudadano comparto la exigencia de justicia del gremio periodístico y de la sociedad entera. Como presidente de la República les digo que actuaremos con firmeza y determinación para detener y castigar a los responsables», dijo Peña en un acto público donde varios periodistas gritaron «¡Justicia!»
Además anunció el fortalecimiento de un mecanismo ya existente que brinda protección tanto a periodistas como a activistas de derechos humanos, de los cuales decenas han sido asesinados.
Peña pidió a los gobernadores de los 32 estados que se hagan corresponsables junto con el Gobierno federal de proteger a los periodistas. La mayoría de las muertes se concentran en estados como Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa y Jalisco, donde operan sanguinarios grupos de delincuencia organizada.
México es considerado uno de los países más letales para los periodistas por organizaciones como Reporteros sin Fronteras y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).
Siete periodistas han sido asesinados en lo que va del 2017 y van más de 100 desde el 2000. (Reuters).