El presidente Donald Trump llegó el martes a Texas para evaluar los daños generados por la devastadora tormenta tropical Harvey, el primer gran desastre natural que enfrenta el republicano desde que llegó al poder, mientras las lluvias obligaron a decenas de miles de personas a abandonar sus casas en Houston.
La tormenta de lento pero destructivo avance ha generado inundaciones catastróficas en Texas, causando hasta el momento la muerte de 11 personas, evacuaciones masivas y la paralización de Houston, la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos. Se espera que unas 19.000 personas busquen refugios de emergencia tras cuatro días de desastrosa acumulación de agua.
Buena parte de Houston y los suburbios cercanos estaban bajo el agua, y los meteorólogos pronostican que seguirá lloviendo hasta el jueves. Funcionarios advirtieron a los residentes de que abandonen el área. Para aliviar la presión, las autoridades liberaron agua hacia dos diques, lo que podría sumar caudal a la inundación en torno al canal Buffalo Bayou que recorre la zona.
Trump dijo en Corpus Christi, cerca de la zona donde Harvey tocó tierra el viernes como el huracán más poderoso en azotar Texas en más de 50 años, que espera que los esfuerzos de ayuda sean un ejemplo sobre cómo responder a una tormenta. “Queremos hacerlo mejor que nunca antes”, sostuvo.
Harvey también ha complicado al mercado energético y ha provocado daños que se estiman en miles de millones de dólares. Es probable que la reconstrucción supere el mandato de cuatro años de Trump.
Los meteorólogos han podido trazar pocas comparaciones sobre la magnitud de Harvey con el huracán Katrina, uno de los desastres naturales más costosos de la historia de Estados Unidos que devastó Nueva Orleans y dejó 1.800 muertos en 2005.
Unas 3.500 personas han sido rescatadas en la zona de Houston. Unos 9.000 evacuados estaban alojados en el Centro de Convenciones George R. Brown de Houston, donde la Cruz Roja daba comida y repartía ropa a los damnificados.
“Sólo estoy tratando de mantenerme fuerte”, dijo Julio Gamez, de 35 años, quien fue evacuado al centro el sábado con su esposa luego de que el agua tapó su casa. “Perdimos todo. Pero al menos estamos a salvo”.
Cientos de voluntarios se acercaban al centro a ayudar. “No podía quedarme más sentada en casa confortable mientras otros la están pasando mal”, dijo Alvin Tan, de 31 años, un trabajador de la industria química de Houston.
Autoridades alistaban otros en Dallas -402 kilómetros al norte- para 8.000 personas y en Austin -258 km al oeste- para 7.000 refugiados. La Cruz Roja dijo que tiene alimentos para 34.000 personas en la región.
El último huracán categoría 4 en tocar tierra en Texas antes de Harvey fue Carla, en 1961, con potentes vientos y lluvias torrenciales que destruyeron unos 1.900 hogares y casi 1.000 negocios, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
Los meteorólogos esperan que Harvey genere entre 15 y 30 centímetros más de lluvias hasta el jueves en algunas partes de la costa de Texas. (Reuters).