Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Récords y más récords en violencia
La violencia en México sigue ganando terreno cada vez más a grado tal que cada mes y cada año se rompen nuevos récords en homicidios y feminicidios.
Lo peor del caso es que nadie escapa de esta vorágine que ha cobrado la vida a sacerdotes, periodistas, defensores de los derechos humanos, hombres, mujeres, jóvenes y niños que han estado en el lugar y el momento equivocado.
Los datos en manos del gobierno así lo confirman cada vez que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) da a conocer el reporte de homicidios dolosos en lo que va de este sexenio.
Así es como nos enteramos que en el primer semestre de este 2022 se registraron 183 mil 789 víctimas de algún delito del fuero común, rompiendo un nuevo récord si se le compara con el 2019, 2020 y 2021.
Eso a pesar del confinamiento que se vivió en México por la pandemia hace dos años.
A la fecha, de acuerdo con mediciones, durante este gobierno se han registrado 126 mil 355 homicidios dolosos en el país y de no variar la estrategia en materia de seguridad, la tendencia seguirá a la alza, como hasta ahora se ha visto.
A mediados de esta semana se informó también que el mes de junio fue el más violento para las mujeres al registrarse 89 feminicidios la cifra más alta de 2022.
En mayo se reportaron 84 casos, mientras que en los meses anteriores han ocurrido 79 en enero; 83 en febrero; 75 en marzo y 83 en abril, lo que hacen un total de 493 casos de feminicidios en el primer semestre de este año.
Mientras eso ocurre en el país, el gobierno de López Obrador se ha empeñado más en perseguir a opositores que lo han criticado que cazar a criminales. A estos, sólo abrazos.
Y lo que es peor, a casi dos años que concluya su mandato, el inquilino de Palacio Nacional está más preocupado en el juego sucesorio de 2024 que en la seguridad y la pacificación de este país, como lo había prometido en campaña.
A eso habría que sumarle la falta de resultados en salud, educación, desarrollo económico y social, combate a la pobreza, la corrupción y la impunidad, entre otros tantos pendientes. Un gobierno fallido como han acusado sus opositores.