El aspirante a candidato presidencial de México y líder de la mayoría oficialista en el Senado, Ricardo Monreal, aseguró este miércoles que en las elecciones de 2024 se juega ratificar el modelo político de Andrés Manuel López Obrador o “la restauración del viejo régimen” y calificó de “ley de la selva” la contienda interna entre los seguidores del mandatario.
Durante la entrevista en su despacho del Senado mexicano, entre constantes llamadas y consultas de asesores, el veterano político, de 62 años, afirmó no poder asegurar que se presentará a la contienda electoral de 2024 dentro del gobernante partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ante la “hostilidad” recibida, y recomendó no ser arrogante ante la aparente “debilidad” de la oposición mexicana.
¿Qué es lo que se juega en las elecciones presidenciales de 2024 en México?
En 2024 se juega un proyecto político que arrancó en 2018. La ratificación de este modelo político, de un estilo de hacer gobierno que ha implementado el presidente, Andrés Manuel López Obrador. Es decir, un estilo propio, un líder popular, un dirigente social. Mantener cambio o si se restaura el viejo régimen.
Va a ser una lucha cerrada. Algunos creen que va a ser un día de campo. Yo no lo creo. Va a ser una elección competida.
RIVALES OFICIALISTAS
¿Cuáles serían las diferencias con los otros aspirantes oficialistas: el canciller Marcelo Ebrard, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, o el secretario de Gobernación, Adán Augusto López?
El presidente de la República es tan hábil como dirigente social que abrió la sucesión presidencial hace casi dos años. Y, en este momento, en México solo se habla de los que él menciona como posibles candidatos.
Yo entiendo que el presidente tiene mayor preferencia por la jefa de Gobierno de Ciudad de México y el secretario de Gobernación, que los considera más cercanos. No creo que Marcelo Ebrard esté en esa condición, aunque pudiera tener más simpatía fuera del movimiento. Pero están en la contienda los tres.
Y yo soy como el rebelde con causa, que no estoy dentro de esa tercia de “corcholatas” (como se conoce coloquialmente a los aspirantes en México) porque no lo asumo y no me asumo como tal. Me asumo como un hombre libre, pensante y autónomo. Que, aunque Morena ya me reconoció como aspirante legítimo, tengo mi opinión ante el presidente.
¿Cómo ve a la oposición?
Yo veo que se van a reagrupar porque saben que la contienda será muy difícil para ellos. Y está en su supervivencia unirse. Creo que el propio discurso del presidente es muy fuerte contra la oposición y, curiosamente, eso es lo que los puede unir. Cierto, ahora parece dispersa, debilitada, pero estoy seguro de que lo corregirán en los próximos meses y yo no me confiaría. No actuaría con arrogancia frente a una contienda que parecería ya resuelta.
Ahora yo no veo figuras en la oposición, ojalá y surjan, porque yo soy demócrata. Pero, si alguien del movimiento de Morena saliera, cualquiera de los que están entre los aspirantes sí que generaría un boquete, una fisura de consideración, puede haber un grave problema.
Usted hace unos meses coqueteó con la idea de salir de Morena y presentarse como candidato alternativo. ¿Esa opción está totalmente abandonada?
Bueno, esa es una pregunta importante. Depende del trato. Yo he dicho que mi límite en Morena es la dignidad. Cuando yo me pronuncio por una ley que me parece injusta, actúan contra mí los simpatizantes acusándome de traición o de deshonestidad. Si continúa la hostilidad, no puedes mantenerte en un lugar donde no eres aceptado por tus ideas o tu independencia.
Obviamente, no puedo asegurar en este momento si yo voy a mantenerme en Morena. Serán los tiempos electorales los que lo irán decidiendo, pero en este momento no hay piso parejo, ni reglas. Hay la ley de la selva.
RELACIONES EU-MÉXICO
El próximo es uno de los años en los que coincidirán elecciones aquí en México y en Estados Unidos. Ahora mismo las relaciones con EU están tensas. ¿Cómo puede afectar la coincidencia electoral?
No van a intervenir factores distintos a los nacionales. El presidente ha dejado claro, quizá sea el primer presidente que no acepta cualquier recomendación o criterio de EU. Es el primer presidente que dice no. Es especial. Defiende la soberanía por encima de todo y se va a mantener. (EFE).