TRANSPARENCIA
POLÍTICA
Erwin Macario
Priistas que dañan a AMLO
Mientras muchos que, en los últimos 36 años, pusieron al PRI in articulo mortis disfrutan, camuflajeados, del poder que el pueblo dio a Morena, el tricolor sufre la peor arremetida, dentro y fuera.
Mientras otros traidores velan esperando “repartirse sus vestidos, echando suertes sobre ellos”, Alejandro Moreno Cárdenas encabeza esfuerzos para salvarlo y mantenerlo como una opción política probada.
Quienes, por su edad, y la enfermedad que lo aqueja desde 1988, quieren la extremaunción priista han desatado una feroz campaña contra quien intenta mantener actuante a un partido que creó, con sus buenos gobernantes, y en contra de los traidores de siempre, el México actual.
El PRI creó, con el pueblo y gobierno, las reformas electorales y las instituciones, incluso la alternancia en la que muchos de esos lastres políticos se han montado y frenado con sus corrupciones el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Ya escribiendo en la onda de Alfredo Calderón pudiera decirse, toda proporción guardada que, en el PRI, como dijera Paulo VI, el Papa Montini: «El humo de Satanás ha entrado”. Y se coló por las rendijas de la corrupción y la ambición política desde 1988, hace 36 años, que a Manuel Bartlett Díaz “se le cayó el sistema”.
Los viejos demonios se manifestaron a raíz de que Alejandro Moreno “Alito”, en la 24 Asamblea Nacional del PRI acusó a militantes de estar involucrados en el asesinato de Luis Donaldo Colosio y también en el Pemexgate.
Tocados como por agua bendita válgaseme la expresión, aullaron Manlio Fabio Beltrones —cercano, junto con Emilio Gamboa, en el “war room” dominical del candidato presidencial asesinado en Lomas Taurinas—,
Dulce María Sauri, Francisco Labastida y Aurelio Nuño, entre otros, como se dice en prensa.
Ese “entre otros”, oculta a otros que han dañado al PRI en los últimos seis sexenios. Todos impugnadores, todos críticos de Alito, por su virtual reelección en el nuevo PRI, que los aleja de “repartirse sus vestidos, echando suertes sobre ellos”, como Francisco Labastida Ochoa y José Narro, los más a la vista. Y los que, como Bartlett e Ignacio Ovalle Fernández, son priistas escondidos en Morena, haciéndole daño, como ha quedado documentado en la prensa mexicana.
