Más de 600 vacas fallecieron masivamente por envenenamiento tras el consumo de pollinaza contaminada por una bacteria en el municipio de Huimanguillo, Tabasco.
La intoxicación fue reportada en 15 poblaciones y afectó a 40 rancheros, lo que activó la alarma y preocupación de pequeños productores ganadores de la región.
Fue el pasado viernes 14 de marzo cuando las primeras vacas empezaron a morir y los fallecimientos continuaron al menos hasta ayer.
La pollinaza es un subproducto compuesto de excreto y contiene residuos de alimento de la crianza de pollos a la que añaden granos; por ser un alimento barato de 2 pesos el kilo, los productores la usan desde hace tres décadas.
Desde hace 25 años no se registraba la muerte masiva de animales en la zona por la contaminación de este alimento.
El gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, exhortó este sábado a los productores ganaderos a evitar el consumo de pollinaza y afirmó que la Dirección de Sanidad está atendiendo el problema, además de brindar asesoría y asistencia a los productores.
Entre los síntomas que ha presentado el ganado infectado está la salivación, debilidad y espasmos estomacales. La muerte de las vacas puede ser desde súbita hasta un periodo de cuatro días.
Ante la gravedad de la infección, se reportó escasez de antídotos, lo que convirtió a los campos, ranchos y caminos rurales en un cementerio a cielo abierto.
Los ganadores no pueden pagar retroexcavadoras para remolcar los cuerpos de las vacas y enterrarlos porque pagarían hasta 3 mil pesos la hora de renta.
Con información de Cuartoscuro