En Guatemala ya no hay espacio para la idea de rescatar con vida a alguno de los 300 desaparecidos que dejó a su paso un deslizamiento de tierra la semana pasada.
Las autoridades ahora centran sus esfuerzos en enterrar a los muertos y en encontrar a todas las posibles víctimas, aunque sea sin vida.
Las lluvias y el continuo deslizamiento de tierra complican las labores de rescate en la comunidad de El Cambray II en las afueras de Ciudad de Guatemala, donde el alud sepultó a varias personas y viviendas.
La cifra provisional de muertos es de 186 y la de desaparecidos es de cerca de 300.
En una morgue temporal en la zona del desastre, los expertos identifican los cadáveres recuperados. Y varias familias tratan de reconstruir sus vidas.
La zona ha sido declarada inhabitable, pero parte de la polémica es que lo es desde 2014. Autoridades municipales y federales disputan ahora la responsabilidad por el hecho.
Según las autoridades hay 700 lugares de riesgo con condiciones similares a El Cambray II, 500 en la capital, Ciudad de Guatemala. (CNNMéxico)