Equipos de búsqueda y rescate en el norte de California seguirán registrando viviendas quemadas en busca de decenas de personas aún desaparecidas en los incendios forestales más letales del estado, que han dejado al menos 41 fallecidos y miles de casas destruidas,
Se esperan vientos menos intensos, lo que ha ayudado a 11.000 bomberos a controlar las llamas que en la pasada semana consumieron más de 86.200 hectáreas en el estado, incluyendo los condados vitivinícolas de Napa y Sonoma.
“Estamos en una posición mucho mejor hoy que varios días atrás”, dijo a Reuters el alcalde de Calistoga, Chris Canning, en una entrevista telefónica temprano el martes, refiriéndose al Valle de Napa.
Decenas de miles de personas que huyeron del fuego en el condado de Sonoma y otras partes recibieron autorización para regresar a sus hogares, aunque aún quedan unos 34.000 desplazados.
Más evacuados esperaban poder volver a casa el martes, aunque las autoridades dijeron que la cifra de muertos podría aumentar, ya que solo en el condado de Sonoma 88 personas seguían desaparecidas.
Autoridades de bomberos, que han utilizado más de 960 camiones, 30 aviones cisterna y 73 helicópteros, esperaban que las llamas estén contenidas por completo para el viernes. También se esperan precipitaciones para finales de la semana, lo que aliviaría las condiciones climáticas secas.
Al menos 5.700 viviendas y comercios han sido destruidos por el fuego, que comenzó hace una semana y consumió un área más grande que la ciudad de Nueva York. Vecindarios enteros en la ciudad de Santa Rosa se convirtieron en cenizas.
La mayoría de las 1.863 personas reportadas desaparecidas estaban a salvo, incluidos muchos evacuados que no habían podido alertar a las autoridades antes de huir de sus casas. Las esperanzas de encontrar sobrevivientes en las zonas de impacto directo de las llamas se extinguían con el paso de los días. (Reuters).