Elba Esther Gordillo Morales llegó a las 11:30 horas al Lomas Memorial de Gayosso, en Cuajimalpa, para asistir al funeral de su hija Mónica Arriola, quien falleció a la medianoche.
La ex lideresa sindical iba en una camioneta Silverado blanca. Durante el trayecto de un hospital privado en la colonia Roma a la funeraria estuvo custodiada por dos vehículos de la Dirección de Reclusorios del Gobierno de la Ciudad de México.
Arriola murió cerca de la medianoche víctima de un cáncer.
Esta mañana circularon dos versiones contradictorias sobre la ubicación de Gordillo durante la agonía de su hija.
De acuerdo con un relato, Gordillo estuvo al lado de Mónica cuando la legisladora falleció, en el mismo hospital de la colonia Roma donde la ex lideresa enfrenta proceso desde el pasado enero, después de ser trasladada del penal de Tepepan.
Pero según otra de las versiones, la senadora murió en su domicilio y Elba Esther Gordillo estuvo ahí desde las dos de la tarde del lunes.
La diferencia es crucial, pues fuentes gubernamentales y judiciales confirmaron a La Jornada que el permiso humanitario para que Gordillo pudiera abandonar su reclusión hospitalaria se tramitó durante la madrugada.
Ya iniciado este martes el juez federal Alejandro Caballero Vértiz, quien procesa a Gordillo por delincuencia organizada y lavado de dinero, autorizó a la ex lideresa del sindicato magisterial a que acudiera a los actos funerarios.
Un permiso de ese tipo está previsto en dos artículos de la Ley de Reclusorios de la capital.
Las exequias de la legisladora se realizan de manera privada para evitar el ingreso de comunicadores o curiosos.
En la puerta de Gayosso los trabajadores de seguridad de la funeraria piden a los acompañantes de la familia Gordillo-Arriola que acrediten pertenecer a la dirigencia del Partido Nueva Alianza o ser invitados de ellos.
Está prevista una misa de cuerpo presente. Los restos de la senadora serán incinerados.
A las instalaciones de Gayosso se espera la llegada de politicos, empresarios y funcionarios públicos.