Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Osorio Chong, ¿en la antesala de la expulsión?
El senador del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong sabía que sus días estaban contados al frente de la bancada en el Senado de la República.
Desde que Alejandro Moreno Cárdenas llegó a la dirigencia nacional del tricolor, el hidalguense formó un grupo de choque opuesto al campechano. Jugó a las contras y perdió.
Al no tener el respaldo de la mayoría de los senadores del PRI, a Osorio Chong no le quedó de otra que anticipar su renuncia a la coordinación antes de su remoción.
Y de paso enfilar nuevamente sus baterías contra ‘Alito’ Moreno bajo la amenaza de seguir en el PRI hasta que se vaya.
Aunque a estas alturas el senador es quien se encuentra en las peores condiciones para mantener pleitos si su deseo es continuar militando en el tricolor.
En una de las gavetas del PRI permanece una solicitud de expulsión que presentó el dirigente nacional de Movimiento Territorial, Erubiel Alonso Que a principios de febrero de este año durante la sesión del Consejo Político Nacional.
Si el senador priista, a quien sólo respalda su compañera de bancada, Claudia Ruiz Massieu, insiste en jugar a las vencidas con el campechano, a quien cree que logrará sacar del partido, el tiro podría salirle por la culata.
El presidente nacional del PRI tiene a su favor el Consejo Político Nacional y las dirigencias de todos los estados de la república que lo respaldan y que estarían de acuerdo con hacer efectiva la expulsión de Osorio Chong, quien desde su renuncia a la coordinación parlamentaria ya no representa nada para el priismo.
Decir que se queda en el PRI y que no piensa renunciar a sus filas, para seguir haciéndole daño al partido y su dirigencia, no le garantiza que no pueda ser expulsado.
El senador debe entender que su ciclo en el Revolucionario Institucional ya expiró, que el partido le dio la oportunidad de gobernar el estado de Hidalgo y de ser el secretario de gobernación con Enrique Peña Nieto, pero los tiempos son otros y el grupo político al que pertenecía carece de representatividad y de fuerza.
Osorio Chong debería cuestionarse si estaría de acuerdo en recibir una patada por el trasero o irse por su propia cuenta.
Cumplir con su palabra cuando dijo que no se aferra a los lugares. ¿Lo hará o estará esperando que lo echen? ¿Tendrá tantita dignidad?