Testigo fiel
Núñez, obligado a apretarse el cinturón
Por Jesús Torres
Tras la reunión que sostuvo el gobernador, Arturo Núñez con el secretario de Hacienda del gobierno federal, José Antonio Meade, se informó que el ajuste al presupuesto en participaciones federales para Tabasco rondará en los mil 500 millones de pesos para el 2017.
Todo esto, como ya se sabe derivado del choque económico exterior que obliga a nuestro país y por ende al gobierno mexicano a realizar un recorte al presupuesto federal programable para el próximo año así como los precios del petróleo.
En otras palabras no hay ni para donde hacerse. ¿Qué tiene que hacer entonces el gobierno de Tabasco de manera urgente? Apretarse el cinturón, como lo sugirió el presidente, Enrique Peña Nieto en su reciente visita al estado.
Y como no hay marcha atrás, lo que tiene que hacer Arturo Núñez a la de ya, es presentar un plan de austeridad y reducir gastos onerosos en su administración, bajar sueldos a sus funcionarios de alto nivel, disminuir gastos en medios de comunicación nacional y local, llámese prensa, radio y televisión, ajustar el presupuesto a dependencias y áreas que nada tienen que ver con el desarrollo social de este estado.
Lo que no debe de hacer, eso si, es subir impuestos, como ya había trascendido, al contrario tiene que echar mano de un plan inmediato que por lo menos amortigüe el golpe del ajuste presupuestal y poner a su gente a trabajar para atraer inversiones, impulsar el turismo de negocios y atender lo prioritario, en este caso a la gente que más lo necesita.
Según Núñez con el recorte al presupuesto federal aumentará el desempleo y la delincuencia en el estado, aunque desde que inició su gobierno Tabasco ha ocupado los primeros lugares a nivel nacional en desocupación e inseguridad con o sin ajustes.
Los otros rubros que se verían afectados, de acuerdo a lo dicho por el gobernador son el campo, la cultura, los programas de techumbres para escuelas y la reparación de carreteras a los cuales el gobierno federal no destinaría un sólo peso en participaciones.
Ante este panorama nada alentador para el estado el próximo año, no se vería nada bien que mientras a los tabasqueños se los está llevando el carajo, el gobernador y su esposa así como sus funcionarios de primer nivel sigan trasladándose en camionetas blindadas, con guardias personales, con altos salarios y aguinaldazos de fin de año o metiendo el dinero del presupuesto a la Bolsa de Valores y haciendo gastos de los que a nadie rinden cuentas. Dicen que el buen juez por su casa comienza. ¿Usted que opina?.
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