Desde el PRI rechazamos categóricamente las declaraciones falaces de la dirigente del partido Morena, Luisa María Alcalde, quien intenta desviar la atención del rechazo social a las reformas del gobierno de Morena que buscan restringir las libertades políticas y sociales, advirtió el PRI en un comunicado.
Señaló que en solo diez días de periodo extraordinario, Morena pretende aprobar 30 reformas que otorgarán al Ejecutivo poderes extraordinarios para controlar medios, legalizar el espionaje, vigilar a la ciudadanía y censurar voces críticas. Todo sin debate abierto y en contra de la academia, la sociedad civil y organismos internacionales.
Dijo que con su “Ley Mordaza”, Morena busca criminalizar la crítica. El monitoreo digital, los bloqueos, multas y cárcel a disidentes representan el mayor retroceso en libertad de expresión desde la transición democrática.
Tamaulipas, Puebla y Campeche ya muestran cómo Morena silencia a periodistas incómodos. Aunque intenten “limpiar su imagen”, la realidad desmiente al oficialismo.
Destacó que activistas y medios han documentado los abusos de mandatarios como Layda Sansores y Alejandro Armenta. «A esto se suma la creciente evidencia de los vínculos de Morena con el crimen organizado, señalados en reiteradas ocasiones por el gobierno de los Estados Unidos, como nunca antes en la historia de nuestro país. Fotografías, testimonios y reportajes periodísticos han dejado al descubierto encuentros con grupos delictivos. No se trata de rumores: se trata de hechos documentados que ponen en entredicho la legitimidad y la legalidad del poder que ejercen».
El PRI condenó la destrucción institucional provocada por Morena, que amenaza la democracia, la seguridad nacional y la reputación de México en el mundo.
No sorprende, dijo, que Estados Unidos haya clasificado a México como “adversario extranjero” por la colusión del crimen organizado con autoridades federales. «Esta etiqueta es consecuencia de una política exterior errática y del narcogobierno de Morena».
Señaló que hoy Morena concentra el Poder Ejecutivo, manipula el Legislativo con mayoría artificial y busca controlar el Judicial con una elección fraudulenta, para garantizar sentencias que protejan sus turbios intereses. Cada reforma busca lo mismo: más poder y menos contrapesos.
El PRI rechazó con firmeza este camino autoritario. «Defenderemos, con la ley y el respaldo ciudadano, la democracia, el Estado de Derecho y los derechos conquistados por generaciones».
Convocó a todos los sectores sociales a cerrar filas por la democracia. «El PRI mantiene su compromiso con México y con las libertades de su pueblo. No permitiremos que Morena destruya lo que tantos han construido con esfuerzo y sacrificio».