Managua luce en calma a unas horas de los comicios generales en Nicaragua, en tanto que los capitalinos al parecer no guardan mayores expectivas sobre la jornada de mañana domingo, que resultaría en la relección del presidente Daniel Ortega.
Los nicaragüenses realizaron sus actividades normales este sábado y, principalmente en la capital, no se reportaron incidentes por rivalidades políticas y la población espera tranquila las elecciones generales del 6 de noviembre.
La disputa política está ausente en vísperas de las Elecciones Generales 2016, en la que los nicaragüenses elegirán presidente y vicepresidente del país, así como 20 diputados nacionales, 70 diputados departamentales y 20 legisladores ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
En Managua, a la altura de las grandes esculturas metálicas del llamado -por el régimen- “Árbol de la Vida”, sobresalen los anuncios espectaculares de la pareja presidencial, Ortega y la primera dama, Rosario Murillo, postulada a la vicepresidencia.
En cambio, los de la oposición política apenas se notan en carteles pegados en postes, pintas en las paredes y alguna manta que cruza una calle de lado a lado.
Grupos de observadores electorales “independientes” ratificaron este sábado denuncias de que el partido oficial utilizó recursos del Estado para su campaña política a lo largo de la campaña en la capital y la mayoría de los municipios de Nicaragua.
Sin embargo, los nicaraguenses que se habrían “acostumbrado” al bombardeo de la campaña política del partido oficial, Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), no se han entusiasmado por los comicios.
Para bien o para mal, los nicaragüenses consideran que el presidente Ortega y su candidata a la vicepresidencia, Murillo, ganarán las elecciones de mañana domingo al no existir una oposición política con la suficiente fuerza para frenarlos.
“Seguro ganan (Ortega y Murillo), pero es lo mismo si pierden y llega otro gobierno. No ayudan (los gobiernos) a la gente. Estamos pobres, no hay trabajo y la economía está mal”, dijo a Notimex Alexis Álvarez, un joven empleado de una farmacia.
Roger Vargas, veterano trabajador del volante, tiene confianza en el trabajo del presidente Ortega, quien “ha gastado en obras en la ciudad”, pero no está seguro de acudir a depositar su voto. “¿Para qué?, ya sabemos quien va a ganar”, añadió, con ironía.
La seguridad reforzada en sedes de las instituciones responsables de las Elecciones Generales 2016 son los únicos hechos visibles de la jornada cívica que se prepara para mañana domingo.
Numerosos grupos de elementos de la policía y del Ejército de Nicaragua resguardan la sede del CSE y el centro de cómputo de los comicios, y las bodegas desde donde se transportan las boletas electorales.
El CSE afirmó que el traslado del material electoral, que se realiza bajo una fuerte vigilancia de las fuerzas de seguridad, se cumple sin incidentes, lo mismo que la instalación de los centros de votación.
Las autoridades electorales convocaron a 3.8 millones de nicaragüenses inscritos en el padrón a que acudan mañana domingo a las urnas y elijan, “libremente y en paz”, a los legisladores y a las futuras autoridades que encabezarán el Ejecutivo. (Notimex).